El evento pretende ser una puesta en común de ideas para afrontar la mejora de la competitividad del sector.
Sanlúcar es una de las pocas ciudades españolas -si no la única- que pertenece a cuatro denominaciones de origen: Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla de Sanlúcar, Vinagre de Jerez y Brandi de Jerez. Y será la primera en acoger el Congreso Internacional del Vino en Andalucía, que se celebrará del 13 al 15 de septiembre en el IES El Picacho y que pretende convertirse en un un foro abierto en el que se intercambien ideas con el fin de mejorar la situación del sector andaluz en el contexto internacional. La convocatoria es de la Academia Andaluza de Ciencia Regional, quien organiza junto al Círculo de Artesanos de Sanlúcar e Ivagro.
Poco a poco, el congreso va tomando forma, y aunque todavía no hay programa oficial ni se conoce el nombre de los ponentes, acaba de publicarse una página web (ver aquí) y se conocen otros detalles, como la composición de los comités organizador y científico (presididos ambos por José Vallés Ferrer). También se pueden ir realizando la reservas a través de la web para acudir al congreso.
En la nueva web se explican los motivos que están detrás de esta iniciativa: Andalucía es una de las regiones vitivinícolas más antiguas de Europa, su origen se remonta a la colonización fenicia que trajo las primeras vides. En la actualidad, más del 70 % de los viñedos de Andalucía están amparados por alguna de las ocho Denominaciones de Origen existentes. Además hay 16 Indicaciones Geográficas con derecho a la mención tradicional de Vino de la Tierra y con mención Vino de Cádiz en la provincia de Cádiz.
El sector aporta riqueza, genera empleo y «es un puntal de desarrollo dentro del tejido socioeconómico andaluz, además de ser un modelo de desarrollo sostenible». Sin embargo, en la actualidad este sector se enfrenta a múltiples retos «debido al creciente proceso de globalización e internacionalización del mercado del vino, la aparición de nuevos países exportadores de vinos (Chile, Argentina, Australia, etc.), la elaboración de nuevos vinos y el cambio en el gusto de los consumidores». Un reto que, para los organizadores, hace necesaria una «apuesta firme y decidida» por una mejora del sector basada en la eficacia la calidad y la innovación tecnológica.
