José María Rosso señala: Aprovechando la visita a Jerez, fuimos a Matria, recientícisamente abierto. Local pequeño y muy humilde con tres mesas y algunas más en terraza. Poca decoración, parece no terminado aún, y unos chavales muy voluntariosos que nos pusieron platos muy recomendables. En las fotos la papas aliñás, bastante buenas, con ropavieja; cazón en adobo tailandés con alioli de ajo que entiendo que se habían asado antes, y unas muy buenas lentejas con manitas y chorizo, algo picantes y cubiertas con una espuma con leves toques cítricos. Aparte cayeron una anchoa del Cantábrico con queso azul y salmorejo, unos chocos con mayonesa de kimchi, un estupendo ajoblanco cordobés al amontillado y un muy buen puchero de lengua de ternera al palo cortado. Todo acompañado por unas copas de tinto Esencia petit verdot ecológico de la bodega de El Puerto de Santa María Albariza de la Torre, que hace pocos años que se ha dedicado a elaborar sus propios vinos, y de un magnífico vino de pasto, el Santa Brígida, de la muy joven bodega Barrialto sanluqueña, otro de los, afortunadamente, numerosos productos de esa nueva generación de enólogos que quieren elaboraciones «a la antigua» y sin fortificar para sus vinos. Un acierto en todo. Habrá que repetir y, sobre todo hacer un seguimiento para ver cómo evoluciona este local en el futuro.

El tapatólogo acompaña su informe con la foto de arriba.