Las torrijas, trozos de pan fritos y aromatizados, son uno de los postres típicos de la Cuaresma en la provincia de Cádiz. Esta es la versión del maestro pastelero Daniel Jiménez Andrés, de la pastelería La Rosa de Oro de Jerez. Le da el toque mojando el pan en un poco de vino de Jerez. Se puede utilizar fino o cream, un vino con un toque dulce.
- Pan de viena o de barra, mejor hecho un día o dos antes y que sea de miga blanca. También se puede utilizar pan especial para torrijas del que se vende en las pastelerías.
- Huevo
- Miel tipo Mil Flores del Rancho Cortesano de Jerez
- Vino fino o cream. En la receta se utiliza o fino Tío Pepe o Cream Solera 1847, ambos de la bodega González Byass
- Aceite de girasol para freir las torrijas
- Azúcar
- Agua
- Harina de trigo
Partir el pan en rodajas de un dedo de gordas. Se puede utilizar el pan blanco o también va bien lo que se conoce como pan de cundi. Mejor que sean variedades de miga prieta. También se puede utilizar el pan especial de torrija que se vende en algunas pastelerías. En la Rosa de Oro de Jerez emplean un pan especial para torrijas.
Se preparan dos recipientes, uno con huevo batido (uno bastará para una barra de pan) y otro con el vino fino (bastará con una copa). Coger cada trozo de pan y mojarlo en vino por las dos caras sólo un instante. Se puede optar también, para evitar que el sabor sea muy fuerte, por pintar el pan con una brocha impregnada en el fino.
Se espolvorean las rebanadas con un poco de harina, también por los dos lados, procurando no poner mucha y, a continuación se mojan en huevo o también se puede optar por pintarlas con la brocha.
En una sartén se pone el aceite (mejor girasol ya que el de oliva da sabor a las torrijas) y cuando esté caliente se van echando las torrijas hasta que se doren por ambos lados. Cuando estén doradas se sacan y se dejan escurrir para que no queden aceitosas.
En un recipiente se pone a calentar a fuego moderado tres medidas de miel (puede servir un vaso de agua), dos de agua (dos vasos) y una de azúcar (un vaso). Cuando todo se haya mezclado y quede como un almibar se aparta del fuego y se deja enfriar. Cuando el líquido esté templado se ponen por encima de las torrijas y se dejan reposar en el líquido al menos seis horas antes de comerlas. En este líquido pueden tenerse varios días sin que se estropeen.
Esta receta pertenece al pastelero Daniel Jiménez de la pastelería La Rosa de Oro de Jerez.
Daniel Jiménez, el autor de esta torrija y que es todo un enamorado de la pastelería. habla con fundamento de este dulce típico de la Cuaresma. No sólo sabe hacerla sino que se sabe toda su historia. Señala que su origen puede que esté en la Edad Media y que ya se tienen datos escritos sobre su existencia en el siglo XV. Al principio, cuenta, era un dulce típico del Carnaval, pero cuando este se prohibió durante la dictadura de Franco, el dulce terminó convirtiéndose en típico de la Cuaresma. En la confitería mantienen está tradición y el dulce se elabora desde el comienzo de la Cuaresma hasta el domingo de Resurrección tras el cual ya se deja de hacer hasta el próximo año. Daniel señala que mantiene la receta de su padre que se basa en ser muy cuidadoso con el uso del vino, dándole solo un toque, para que no salgan demasiado fuertes.
Aqui puede ver el video en el que Daniel Jiménez explica como se hacen las torrijas
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