Antonio Orozo presenta esta obra al I Concurso Mundial de Relleno de Empanadillas: «Estas empanadillas pretenden alcanzar el pódium del papel higiénico de este concurso mundial. El motivo de ello es su valentía y espontaneidad que surge tras una cena con restos de manjares. Sobre la “table”, el chef se encontró con que sus anfitriones no habían terminado la deliciosa y variada tabla de quesos acompañada por unos higos de breva primaveral cazados por el mismo chef. Al sentir tal derrota, el chef tuvo que recurrir a tomar algo, quedándose paralizado al ver que también habían dejado “cuarto y mitá” de aquel increíble vino selección blanco semidulce de “tierras de caí”. Llevado por los diablos, no pudo hacer más que refugiarse en sus fogones y crear una nueva obra gastronómica que la llamaría “el destierro de la empanadilla”. Como es historia ya los grandes platos nacen en malos momentos o momentos de necesidad, he aquí este invento».
Ingredientes (para 6 empanadillas)
- 8 higos secos.
- 1 copa de vino blanco semi dulce.
- Aceite de Oliva Virgen Extra.
- Queso de Oveja Curado.
- Un toque de canela.
- 2 cucharadas de coco rayado.
- 6 obleas de empanadilla.
- Un poco de huevo para pintar las obleas.
- Una escama de sal virgen por empanadilla.
Troceamos los higos por la mitad. Maceramos durante dos horas si es posible y no tenemos que salir de casa junto a una o dos copas de vino blanco semi dulce. Una vez macerado, ponemos al fuego en un cazo pequeño hasta reducir casi todo el vino, aproximadamente 5 minutos. Apartamos del fuego, dejamos enfriar un poco y picamos los higos. Tras picar, añadimos el queso troceado en daditos pequeños junto con la canela y el coco rallado.
Extendemos la masa de empanadillas y ponemos la cantidad suficiente para poder cerrar. Doblamos las empanadillas por la mitad, sellamos con un tenedor, pintamos con un poco de huevo y horneamos a 180º durante 7 u 8 minutos.
Se pueden consumir templadas o frías, acompañadas de vino blanco o un Pedro Ximénez.