Descripción

Los pimientos asados fueron una de las primeros platos que se pusieron en El Jardín de Canalejas allá por la segunda mitad del siglo XX. Todavía hoy la ensalada se sigue haciendo de la misma manera y no se puede cambiar porque es uno de los platos estrella del establecimiento. Cada vez que los hacen, varias veces a la semana, llenan la plancha del establecimiento con 30 kilos de pimientos. El plato es uno de esos que se hacen en toda la provincia y le damos “valor añadido” para la sección cocineros en conserva ya que los presentamos, en esta ocasión, con melva de almadraba de la marca La Tarifeña, de Tarifa, es decir dos grandes clásicos juntos.

Esta receta ha sido facilitada por José Rosendo Lino que, junto a su hermana Pilar, regenta el restaurante El Jardín de Canalejas, el establecimiento que fundó su abuelo en 1953.

Ingredientes

(Para un kilo de pimientos)

  • 1 kilo de pimientos rojos para asar
  • 1 cebolla grande
  • 1 lata de melva de 335 gramos de melva almadraba de La Tarifeña
  • 12 cucharadas de aceite de oliva virgen extra de la Sierra de Cádiz
  • 4 cucharadas de vinagre de Jerez
  • Sal de las salinas de la Bahía de Cádiz
Elaboración

En El Jardín de Canalejas este plato se comienza a preparar el día antes de servirlo. Así se lavan bajo el agua los pimientos y se le quita la primera capa de piel a la cebolla hasta que la superficie esté blanca. Tanto los pimientos como la cebolla se ponen en la plancha a fuego fuerte y se les va dando la vuelta conforme se van dorando las distintas superficies. Cuando estén tostados por todos los lados se retiran de la plancha y se guardan, aún calientes, en una cacerola. La cebolla se guarda en otro recipiente y se dejan reposar, tapados, hasta el día siguiente.

Los pimientos también se pueden hacer al horno pero en el restaurante señalan que los resultados no son los mismos. Al día siguiente se pelan los pimientos, se les quita también las simientes y se parten a tiras. Se hace lo mismo con la cebolla. Entonces se aliñan con la sal, el aceite y el vinagre. Se revuelve todo bien y se deja el conjunto reposar hasta que se sirven en la mesa. En el momento de servirse se le ponen por encima los filetes de melva escurridos.