El cocinero Antonio Orozco ha creado esta propuesta en homenaje a los platos tradicionales de Villamartín. Presentó esta tapa sobre un pie de hoja de Chumbera muerta debido a la plaga que les afectó, «reivindicando la recuperación de este fruto que tanto nos ha identificado en la Sierra de Cádiz», según el mismo explica.
Además, este plato-soporte contaba con una rama de acacia «cuyas puyas siempre me recordaro a los palillos de dientes», para hacer un guiño al exceso de plásticos usados en las presentaciones de platos en eventos gastronómicos.
Los platos tradicionales homenajeados son las zopas y los huevos glaseados.

En la foto, cedida, Antonio Orozco muestra el plato en Quesierra.
Para unas 16 unidades
- Zopa de tomate
- Cien mililitros de Aceite de Oliva Virgen Extra
- 3 dientes de ajo picado
- 1 cebolla mediana picada
- 6 cucharadas de harina sopera
- Medio litro de leche
- Perejil picado
- Queso cabra o oveja rallado
Lo primero es hacer una zopa de tomate (receta aquí) o de espárrago, según se prefiera.
Se hace la bechamel partiendo del sofrito de ajo y cebolla, y se añade el perejil picado y el queso rallado. Se pone en una bandeja, en porciones del tamaño de una mano, para crear una especie oblea. Trocear un poco de zopa de tomate (o de espárrago) y ponerla en el centro de la oblea. Liarla como si fuera una empanadilla, serrando bien todos los extremos y dándoles forma de croqueta grande. Pasar por huevo y pan rallado y freír.

El nuevo plato y la zopa de espárragos. Fotos cedidas.