Mar de Campo, el nuevo restaurante puesto en marcha por el hotel Fair Play de Benalup, ahora bajo la dirección del grupo José Manuel Pascual, abre al público con la intención de ofrecer una cocina basada en los productos de la zona cocinados con toques de otras culturas. Para ello cuentan con el cocinero Tony Pérez, un profesional extremeño con una amplia experiencia

La imagen es espectacular. Entras al resaurante y se te aparece media provincia en verde. El nombre de Mar de Campo le va al establecimiento que ni pintado. Unas plantaciones de arroz en primer plano, árboles, Benalup a un costal y montañas de fondo, como de película.

Todas las mesas tienen vistas. Caben unos 70 c0mensales. Están vestidas con manteles, hay copas de las buenas y servilletas de tela. De todos modos señalan que el cubierto está en torno a los 25 o 30 euros. El sitio está abierto para el público en general y no quieren que el precio sea un problema, señala María José Asencio Pascual, gerente del área relacionada con las hostelería de la empresa gaditana, dedicada en su rama principal a los hospitales.

La última sorpresa del grupo José Manuel Pascual ha sido hacerse con la explotación del hotel Fair Play, un complejo de cinco estrellas con 134 habitaciones, todas diferentes y rodeadas de un campo de golf de 18 hoyos. Fue el sueño del empresario belga Bernard Devos, en 2006, cuando viviamos por encima de nuestras posibilidades. El establecimiento aspiraba a convertirse en un hito pero terminó cerrando en el año 2014. Ahora el grupo empresarial gaditano, que en los últimos años está apostando por fuerza por el sector hostelero, se ha hecho cargo del establecimiento y pretende convertilo en una de las atracciones más importantes de esta población de La Janda famosa por sus ventas de carretera, reino de los desayunos gigantes, los arroces con pollo de campo y los potajes de tagarninas. El sitio cuenta con pistas de tenis, 3 restaurantes más, además de Mar de Campo, piscina, toda clase de comodidades en las habitaciones, que simulan una especie de pueblo en blanco escamondao, un «spa», que traducido resulta un complejo de piscinas cubiertas donde te puedes relajar una jartá con tratamientos de agua y hasta paseos a caballo en las inmediaciones. La idea es captar tanto a turistas nacionales como internacionales. La estancia de un día cuesta como mínimo 120 euros, aunque la verdad es que las habitaciones son de esas de película.

Vistas del Spa. Foto: Cosasdecome

Vistas del Spa. Foto: Cosasdecome

En lo que es comé la empresa gaditana ha apostado por el cocinero Tony Pérez Vergara. 37 años,  extremeño de corazón, aunque nacido circunstancialmente en Baracaldo.  Lleva la cocina en sus genes. Dos generaciones anteriores de la familia ya han tenido que ver con este mundillo. Su madre, Estrella Vergara, cocinera profesional fue fundamental para que Tony optara por la profesión. No olvida los pavos rellenos y los pudings de pescado que hace su madre. Ella le acompañó en su primera aventura empresarial, cuando sólo tenía 20 años y montó en Los Santos de Maimona, provincia de Badajoz, un restaurante de tres plantas en una antigua cementera. Luego se ha formado con los grandes de la cocina como Ferrán Adriá. Cocinero mediático con programa de cocina ha pasado también por grandes hoteles y se ha formado en varias culturas gastronómicas que ahora influyen en su cocina. Su última parada ha sido en las Islas Canarias. Estuvo en un cinco estrellas gran lujo  del grupo Meliá, pero le tentó la idea de venirse a Cádiz donde vivió de pequeño.

El cocinero Tony Pérez Vergara. Foto: Cosasdecome

El cocinero Tony Pérez Vergara. Foto: Cosasdecome

Pérez señala que en Cádiz quiere ir a la base de la cocina el producto: «Quiero practicar cocina de kilómetro 0. Aquí hay una materia prima excepcional y quiero aprovecharla». De hecho en la primera carta se pueden encontrar a muchas de las estrellas de la gastronomía gaditana: Atún, retinto, lenguados, pescado de roca, langostinos, calamares… La idea es cambiar la carta cada tres meses e incluso aprovechar una parrilla que había en el restaurante a la vista del público para hacer preparaciones japonesas, para celebrar comidas para cuatro personas en las que el cocinero les hace preparaciones en directo y sobre las que van comentando a medida que se van haciendo.

Pérez reconoce «que me llevo todo el día pensando en cocina. Leo, veo videos, me gusta visitar restaurantes y proveedores…me apasiona todo esto». Su cocina es un resumen de su intensa vida gastronómica. Hay influencias de muchas culturas, especialmente de la oriental.

Pero mientras que se puede encontrar un ceviche de corvina con sopa de melón o un wok de langostinos y calamar con curry verde, también hay una llamada a su Extremadura de la niñez con una selección de gazpachos de esta comunidad o un guiño a clásicos gaditanos como la ensaladilla de gambas, presentada en texturas o un arroz meloso con perdiz, uno de los productos estrella de la zona de La Janda, donde está ubicado el establecimiento.

Pérez señala que «queremos ofrecer algo distinto, que atraiga a los aficionados de la gastronomía al restaurante». No hay duda de que algunas propuestas llaman la atención como una brocheta de lagartito ibérico con un toque picante y que se acompaña con un cous cous de tagarninas o un pescado de lonja (variará según lo que encuentre cada día) que se acompaña con espinacas y pasas con un pesto verde.

El cocinero se muestra partidario de «presentar el producto principal del plato de la forma más pura posible, para resaltar su sabor y luego jugar con imaginación con las guarniciones. Es mi apuesta para respetar al máximo lo bueno pero también jugar con la imaginación y ofrecer algo diferente».

Uno de los tesoros del restaurante Mar de Campo, unas estanterias donde se expone una impresionante colección de botellas antiguas. Foto: Cosasdecome

Uno de los tesoros del restaurante Mar de Campo, unas estanterias donde se expone una impresionante colección de botellas antiguas. Foto: Cosasdecome

La carta irá cambiando cada tres meses. Para atender la sala está un profesional formado en la provincia, Jesús Aragón. En cuanto a los vinos jugarán con vinos locales y también de otras zonas. Una de las atracciones del restauarnte es precisamente una exposición de botellas antiguas de vinos, con verdaderos tesoros, ya que algunos de los envases expuestos tienen más de un siglo de antigüedad.

Nota de enero de 2018: El cocinero Tony Pérez Vergara ya no está en el establecimiento.

Horarios, localización, teléfono y más datos del restaurante Mar de Campo, aquí.

Aquí la carta completa del restaurante (actualizada a 30 de junio de 2017)

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