La ciudad de la Sierra ofrece muchos atractivos desayunistas. Atención a los «orejones» de la Venta Salas, los desayunos internacionales de El Canijo, los molletes de Palomo en El Gallito, las mantecas de El Cortijo y los dulces de Orozco…prepara el cuchillo enfoscador
Imagina desayunar encima de un cesped con vistas a la montaña, imagina tomarte un papelón de dulces sentado en un banco delante de una iglesia del siglo XVIII. Qué tal unos molletes, de esos crujientitos con aceite de la Sierra, de esos que huelen a monte. Siéntate al fresquito a tomarte un desayuno internacional, pero con una rodajita de morcilla de «El Barquillero» y conoce que es un «preparao», todo está en Algodonales. Te invitamos a un paseo desayunista por una de las localidades más bonitas de la Sierra de Cádiz:
Desayuno en El Cortijo. Foto: Cosasdecome
1. Los molletes «enmantecaos» de El Cortijo
Hasta 3 tipos diferentes de molletes suelen tener en El Cortijo, uno de los clásicos para desayunar de la Sierra de Cádiz. El sitio, situado en la carretera que va ya hacia Ronda o Olvera, tiene amplio aparcamiento y el encanto de las ventas al estilo antiguo donde no solo puedes parar a desayunar sino llevarte una «partida» de molletes de los que has desayunado, de aceite o de chacinas y quesos de la zona. Desayunar en su terraza tiene mucho encanto. Ponen diferentes tipos de pan que se pueden «enfoscar» con las mantecas que elaboran ellos mismos, de lomo y de hígado. También jamón o el lomo en manteca de la casa, muy aplaudido. No hay que perderse tampoco el aceite de Algodoliva, un virgen extra que se elabora en Algodonales.
Horarios, localización, teléfono y más datos de la Venta restaurante El Cortijo, aquí.
El negrito uno de los dulces que no puede faltar en un papelón de Orozco. Foto: Cosasdecome
2. El papelón de dulces de Orozco
La pastelería Orozco de Algodonales tiene más de un siglo. Siguen utilizando para hacer sus dulces el recetario de «Josefita», la primera pastelera que tuvo la firma. Sus pasteles tienen mucho encanto y es de esos que hay que comerse «un papelón». Te proponemos comprar media docena: El negrito, la pezuña, el borracho de crema, el rosco de almendras, la pasta de almendras y la carmela relllena de la crema de la casa. Lo suyo es sentarte delante la iglesia de Santa Ana, situada cerca de la pastelería y allí comerte los dulces…comprenderás que el milagro en dulce existe.
Horarios, localización, teléfono y más datos de la pastelería Orozco, aquí.
Bocadillo con orejones de la Venta Salas. Foto: Cosasdecome
3. El bocadillo con orejas servido en jardín de la Venta Salas
La Venta Salas impresiona a todos los sentidos. Los fines de semana suelen tener mesas en el cesped situado delante de la terraza del establecimiento. Las vistas sobre la Sierra de Cádiz son espectaculares, pero no se queda atrás en espectacularidad lo que te ponen en el plato. Ahora mismo ponen las rebanás más grandes que te ponen en la provincia y para untar tienen manteca de lomo y de «asadura» que hacen ellos mismos. Si quereis todavía una experiencia más fuerte podeis optar por los bocadillos de la casa, unos impresionantes panes de 30 centímetros de largo y de buen contorno que rellenan con tortillas de jamón o de chorizo o también optar por los «orejones», unos bocadillos de filetitos de cerdo vuelta y vuelta que sobrasalen como orejones por los laterales de la pieza panaera.
Horarios, localización, teléfono y más datos de la Venta Salas, aquí.
Desayuno inglés del Bar Canijo. Foto: Cosasdecome
4. El «porrridge» y la morcilla de El Barquillero en El Canijo
El Canijo es un bar con encanto situado en el centro de Algodonales. El sitio ofrece un amplio catálogo de desayunos. Hay molletes y otros tipos de pan pero la cosa no se queda ahí. Te puedes tomar desde un grofe hasta un desayuno típico inglés con huevos, bacom, judias guisadas, champiñones y un guiño local, una buena rodaja de morcilla de «El Barquillero», una conocida carnicería del pueblo. No falta un amplio surtido de infusiones o un «porridge», una especie de poleá pero al estilo inglés. Son unas gachas que se aderezan con trozos de plátano, nueces y miel. Tienen una variante vegana con leche de coco.
Horarios, localización, teléfono y más datos del Bar Canijo, aquí.
Paisaje desayunista en el bar El Gallito. Foto: Cosasdecome.
5. Los molletes de Palomo en el Gallito
La panadería de los hermanos Bernal, conocida como Palomo en la ciudad, elabora unos molletes de esos almohadillados por dentro y crujientes por fuera. En El Gallito, un bar con más de cien años de vida, son la estrella de la casa. Los sirven como mandan los cánones molleteros, tostados sin abrir, para que conserven intacta la textura de la miga. Para ponerle, además de mantecas, carne mechá y jamón que cortan a cuchillo en la casa. Hay también un mollete con nombre propio, el «preparao», una pieza rellena con jamón york pasado por la plancha, tomate en rodajas y una salsa de ajo y perejil realizada con el aceite de oliva virgen extra de Algodonales.
Horarios, localización, teléfono y más datos del bar El Gallito, aquí.
Pero además de estos sitios, que recorremos en un video (pinchar aquí para verlo), en Algodonales tienes más lugares donde disfrutar de un buen desayuno… Pincha aquí para ver el listado o mira el mapa
¿Te gusta la desayunística? Aquí, todos los vídeos de la serie Desayunos Inolvidables
¿Conoces algún otro sitio bueno para desayunar en Algodonales? Dilo abajo en la sección de comentarios o rellena este formulario.
… Y ya que estamos aquí.
Iglesia de Santa Ana. Foto. Cedida por el Ayuntamiento de Algodonales.
Paseo interior o exterior (incluye tapeo)
En Algodonales hay opciones de paseo para todos los gustos. Si eres de «piedra y suelo alicatao» te proponemos un paseo por el casco antiguo, especialmente por lo que se conoce como la Alameda, una plaza larga, con bancos que tiene como principal atractivo la iglesia de Santa Ana, construida en el siglo XVIII. Si prefieres una cosita más de aire libre alrededor de la ciudad hay varios senderos interesantes (aquí más info). Ya si eres inquieto de verdad, la ciudad es muy famosa por los vuelos en parapente. Hay empresas que te ofrecen un paseo por los aires. Una de ellas es Parapente Algodonales. Después del ajetreo, una tapita. Te proponemos un paseo por el casco antiguo con tres paradas de lo más apetitosas. Hay que empezar por el bar Canijo y probar sus berenjenas fritas, de esas crujientitas y adictivas. A pocos metros está el Bar El Gallito. Aquí la especialidad son los callos con garbanzos. Para terminar la ruta tapística, el Bar Versalles 78. Allí ponen dos tapas de lo más curiosas que tienes que probar, el salmorejo, una versión serrana de las papas aliñás y el buche, un original guiso de estómago
… Y con la hora que es, vamos a quedarnos a comer
La terraza del Mirador de San Diego. Foto: Cosasdecome
El Mirador de San Diego, comer con muy buenas vistas
En la pedanía de La Muela, a unos cuantos kilómetros de Algodonales está El Mirador de San Diego, un original restaurante con una de las terrazas más bonitas de la Sierra de Cádiz, con estupendas vistas a la montaña. Alli oficia el cocinero Diego Guerrero, con unas propuestas bastante originales que combinan la creación con las tradiciones de la Sierra. Atención a su canelón de aguacate o a sus arroces, aunque la carta es muy cambiante. La población también es una magnífica ocasión para ir de ventas. Te proponemos tres muy interesantes: Salas y El Cortijo, que también hemos visitado para desayunar y El Castillejo, un original establecimiento situado en la carretera que va para Olvera.
Más datos de interés
- Aquí la guía gastronómica completa de Algodonales
- Aquí la gran guía del mollete de Cádiz
- Aquí más capítulos de la serie Desayunos inolvidables
- Aquí más noticias sobre Desayunística, la ciencia que estudia los desayunos
…Y aquí el buscador de desayunos de la provincia (herramienta reconocida de interés público internacional por la OMBD -Organización Mundial Para los Buenos Desayunos)
Introduce en el buscador el tipo de desayuno que buscas y la población y la inteligencia artificial (metía en manteca) te dará la respuesta en un momento.
