El nuevo restaurante del Paseo Marítimo gaditano destaca por una decoración que traslada a otro tiempo y lugar y que sirve de escenario a la comida ‘nikai’, los espetos, el grill japonés y la coctelería.

 

Debe ser el restaurante más bonito de Cádiz. La decoración, cuidada hasta el último detalle, lleva hasta un exótico hotel colonial del pasado siglo. O un café de París inspirado el algún paraíso del trópico. Al interiorista Álvaro Linares, el autor de este espacio lleno de detalles, le conocíamos el Arteserrano, Cumbres Mayores o, más recientemente, La Despensa. Pero nada parecido este marco para un establecimiento que sirve comida ‘Nikkai’ y copas en plena milla de oro de la hostelería gaditana.

Un detalle de la decoración.

Un detalle de la decoración.

El Musalima, abierto desde el jueves 2 de agosto en el número 1 del Paseo Marítimo (hace esquina con la calle Brasil) surge de la unión de Raúl Cueto (Arsenio Manila), Alejandro Aragón (Charlotte Paseo Marítimo) y la empresa Finversur. La idea de recrear un ambiente exótico, ya comienza con el nombre del establecimiento, que une a la planta de la banana con la lima habitual en la cocina nikkei. Sigue con una carta diferente, y continúa con cada detalle del local, como esos monos dorados que sujetan las luminarias colocadas entre las llamativas plantas del local.

El interior del local.

El interior del local.

El establecimiento cuenta con una amplia terraza tan cuidada como el interior: es una impresionante estructura de madera, algo elevada con respecto a la calle para apreciar mejor las vistas al mar; en su interior, continúa la decoración vegetal y cada mesa es diferente; las hay bajas, muy bajas y altas. Ya dentro del local, más mesas creando rincones singulares, una barra curvada y la cocina, separada del resto por un cristal.

El menú

Musalima está especializado en cocina nikkei. O cocina nikkay, como ellos le llaman, en un juego de palabras con el nombre de la ciudad y el de esta cocina con influencias japonesas y peruanas.

‘Intenciones ácidas, Consecuencias Dulces’, es el lema del menú. Comienza por las ‘Primeras intenciones’: Papas aliñás, Regañá de atún rojo en manteca, Salmorejo de tomates verdes y mango, Bol Musalima con quinoa, aguacate y feta, Bol Caesar (Pollo crispy, majado de anchoas y salsa Caesar), Bol griego payoyo (Tomate bellota, hierbas aromáticas y crema payoya), la Causa Limeña del Señor Ramírez y La pulpona, pulpo y mango a la Robata.

La causa limeña del Sr. Ramírez.

La causa limeña del Sr. Ramírez.

El señor Ramírez del que se habla la Causa es Alberto Ramírez, el jefe de cocina del establecimiento.Este cocinero colombiano fue el pionero en traer a Cádiz la cocina nikkei cuando tenía el restaurante Rayuela en la calle Sopranis. Estuvo después en Mau Mau y también ha trabajado en Nahu Beach o en El Salao, dos establecimientos gestionados por Raúl Cueto.

La pulpona que cierra la lista de entrantes ya nos habla de una de las novedades del establecimiento: la Robata, que es una parrilla japonesa.

El menú prosigue entrando ya de lleno en la cocina Nikkay. Para empezar nos encontramos con tres versiones de la ensalada de moda, la hawaiana poke: de salmón (con arroz, ponzu, huevo, kale, aguacate y furikake), de atún rojo (con arroz, piña, aguacate y furikake) y vegano (con setas shistake, arroz, kiwi, wakame y furikake picante de cacahuete). Por cierto, que si quieres saber más sobre este plato y su expansión por la provincia puedes verlo aquí. También encontrarás un par de recetas.

Tras un tartar de atún rojo llegamos a la zona ceviche: lo hay de atún rojo, clásico (de pescado blanco) y de carabineros y gambón. En este último plato, el marisco se combina con la piña caramelizada y con la salsa chalaquita; unos granos de maíz tostados le dan el contrapunto crujiente a esta sabrosa y fresca receta (más información sobre este plato aquí).

Seguimos con los tiraditos: de atún rojo macerado con salsa nikkei y ají rocoto, de Salmón y camarones (lleva salsa de cacahuete y ají panca), y de Corvina (con leche de tigre de aguacate y cilantro, siracha, ají y furikake). El apartado nikkai concluye con dos tatako, recetas a medio camino entre el tataki y el taco. La hay con salmón, crema de queso y encurtidos, o con lomo bajo de vaca retinta al estilo pastor.

El ceviche de carabineros y gambón.

El ceviche de carabineros y gambón.

Después viene un apartado dedicado a las frituras: Patas Musabrasa (llevan alioli de manzana y salsa picantona), Tacos de pollo crispy, que son pechugas fritas con copos de avena, patatas fritas y mahonesa de soja, Cola de gambón en tempura, Chocos fritos -en versión clásica o rebozados en salsa agripicante-, la curiosa combinación formada por las Milhojas de gallineta, queso y baicon, y Lubina adobada.

La Robata protagoniza el siguiente apartado del menú. Con este grill japonés se elabora el medio pollo picantón, previamente macerado en un aliño oriental, el Solomillo ibérico Joselito (se presenta como unos pinchitos), el Rib Eye de novillo argentino, que es la parte central del entrecot, el Lomo de salmón laqueado con mostaza de Dijon y miel, el Lomo de pez limón laqueado en salsa hoisin, y el Solomillo de atún rojo.

El solomillo Joselito, uno de los platos elaborados en la parrilla japonesa.

El solomillo Joselito, uno de los platos elaborados en la parrilla japonesa.

Otra de las novedades del establecimiento es que cuenta con asado vertical al carbón o espetera. En ella elaboran Lubina, Calamar y Champiñón Portobello.

En Fuegos y hornos tradicionales se elaboran los huevos de gallinas «felices» (en libertad) con trufa y patatas fritas, Cogollos de lechuga (Pack choy y mazorca de maíz), Calzone (la pizza clásica, doblada, con york, mozarella, ricota, tomate y albahaca), los Gambones con los bigotes quemados, Lomo peruano -es un salteado de ibérico con verduras al wok- y Burguer de retinto.

Hay un apartado de arroces: Marinero Tomatero, Negro de la Musa y de Verduras Asadas al carbón.

En Musalima la cosa va más por platos que por tapas, aunque alguna hay: el bol caesar y el griego payoyo en entrantes, la Cola de gambón en tempura y los chocos fritos, los gambones con los bigotes quemados.

Y para finalizar, la parte dulce de la carta, dividida en dos apartados: los postres (Torre dulce, Tarta de queso y Té Matcha y Sopa de Piña Colada), y ‘Tartas & otras dulcerías’. En este último se puede encontrar un surtido, un brownie, gofres, donuts y dos pasteles: de queso y chocolate y de calabacín y aguacate.

Tienes más información sobre este establecimiento aquí

La terraza de Musalima.

La terraza de Musalima.

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