Los payoyos de Villaluenga celebran el XX aniversario de su quesería con la edición de un libro conmemorativo, el estreno de una nueva imagen de marca y la llegada a Estados Unidos y Japón

 

Fue un 16 de septiembre de 1997 cuando Carlos Ríos Moreno y Andrés Piña Calle, comercial y carniceros de profesión entonces, elaboraron su primer queso payoyo para la venta al público, fue un queso semicurado de cabra, el que se ha convertido en uno de los emblemas de esta marca que ha logrado, 20 años después, convertirse en un icono gastronómico de la Sierra de Cádiz. Un «fenómeno»  que acumula ya más de 150 premios, algunos internacionales, una plantilla de 26 personas y una presencia en los principales mercados del mundo. Precisamente ayer anunciaron que pronto estarán también en Estados Unidos y Japón dos de los mercados gourmet más importantes del mundo.

Ríos y Piña celebraron ayer los 20 años de su quesería con la presentación de un libro que más que un homenaje a su producto es una prueba de cariño hacia las personas que lo han defendido a lo largo de estas dos décadas: sus clientes, tanto los de las tiendas y distribuidores como los cocineros que han hecho platos con ellos. De hecho el libro recoge 25 recetas realizadas por un abanico de cocineros que va desde Albert Adriá, uno de los que más ha apoyado esta marca a nivel intercional, hasta el restaurante Los Llanos del propio Villaluenga, la población de donde sale «la leche mágica» con la que se engendraron los payoyos.

Pero los payoyos no se limitaron ayer a presentar su libro, anunciaro ayer la renovación al completo de su imagen de marca, en un intento de realzar la marca «payoyo», que es «nuestro mayor valor y en lo que hemos venido trabajando».

Andrés Piña señaló en tono de broma que «por fin jubilamos a mi padre», presente en el acto, en referencia a que la imagen que hasta ahora había marcado las etiquetas de la marca correspondía a un retrato del él amasando queso.

Los queseros agredecieron ayer a sus familias, a sus trabajadores y a todos sus colaboradores los esfuerzos realizados y mostraron su interés en «seguir trabajando para impulsar este producto».

El acto de presentación de libro del 20 aniversario de los payoyos, titulado «Payoyo, historia de un queso» contó con la participación de un centenar de personas, entre ellos muchos de los cocineros que han participado en el libro como Fernando Córdoba (El Faro de El Puerto), José Manuel Córdoba (El Ventorrillo del Chato) Mario Jiménez (restaurante El Faro), María del Pilar Gil (restaurante La Herradura de Ubrique), Julio Fernández (restaurante Los Llanos de Villaluenga), Esther Gómez (restaurante Cádiz el Chico de Grazalema), Miriam Rodríguez (Venta La Duquesa de Medina) o Tomás Ruiz de la Taberna El Manteca de Cádiz.

El acto tuvo lugar en la finca Las Hazuelas de Grazalema, donde los payoyos cuentan con una tienda de sus productos y el libro fue presentado por el periodista Pepe Monforte de la revista Cosasdecome. El volumen de unas 120 páginas ha sido elaborado, bajo la supervisión de los payoyos, por la empresa gaditana Mesa 12, la misma firma que se ha encargado de crear la nueva imagen de marca de los payoyos.

El equipo de Mesa 12 ha sido dirigido por el diseñador gráfico Rubén Gil y los textos de libro han sido elaborados por el periodista Juan Manuel Reina.

Así es la nueva imagen de los quesos payoyos. Foto: Cedida por Mesa 12

Así es la nueva imagen de los quesos payoyos. Foto: Cedida por Mesa 12

Esta nueva imagen ya la estrenaron el pasado año con la puesta en el mercado de «Flor de Payoyo», un queso especial con cuya elaboración comenzaron a celebrar los 20 años de historia de la quesería (más información aquí).

 

Dos miembros del restaurante japonés Mibu observán los productos españoles, entre ellos el queso payoyo de Villaluenga. Foto: Cedida por Alvaro Montero

Dos miembros del restaurante japonés Mibu observán los productos españoles, entre ellos el queso payoyo de Villaluenga. Foto: Cedida por Alvaro Montero

En el acto estuvo presente el distribuidor de los quesos payoyos en Cataluña, Alvaro Montero, que ha vuelto hace unos días de Japón donde se ha entrevistado con diversos representantes del sector gastronómico japonés al objeto de introducir allí los productos de la marca «La Cala» del cocinero Albert Adriá. En este sentido comentó que los japoneses han mostrado interés tanto por el queso payoyo como pos los chicharrones de la marca Sabores de Paterna. Montero señala que hemos ofrecido una degustación en el restaurante «Mibu», regentad por la familia Ishida, uno de los sitios de más prestigio de Japón. Nuestras previsiones son «que en unos meses, el tiempo de formalizar todas las cuestiones administrativas, los payoyos estén ya presentes en Japón».

El libro de la historia de los payoyos será repartido entre las personas que «nos han ayudado de alguna manera en nuestro proyecto» señalaron Carlos Ríos y Andrés Piña y además se podrán adquirir, de forma gratuita en esta primera edición, en nuestras instalaciones. «Lo haremos así hasta que se acaben las existencias, algo que ocurrirá muy pronto ya que no hemos podido preparar muchos ejemplares y hay mucho interés en tenerlo».

Si quiere saber más sobre la historia de la leche mágica de Villaluenga pulse aquí.

 

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