Los picos sanluqueños que son más que un acompañamiento

El pequeño obrador familiar Picos San Rafael se mantiene como símbolo de Sanlúcar en todas las mesas a las que llega desde 1939

Para vivir 85 años de hacer una sola cosa, hay que hacerla muy bien. En este pequeño obrador de Sanlúcar de Barrameda fabrican picos, pero qué picos. Los Picos San Rafael son muy famosos, a pesar de que nunca han tenido un plan de expansión fuera del municipio. Llegan a bares y restaurantes de algunos lugares de la provincia y viajan, pero siempre en las maletas de clientes que se los han llevado a casa en otros puntos de España o Europa. De igual forma lo ha hecho su buena fama.

Foto antigua de la familia García y sus trabajadores.

Todo esto empezó en 1939 con el abuelo de Caridad García Vital, la actual propietaria junto su cuñada María José Ruiz Vidal. Francisco García Cuevas trabajaba en una panadería, y en sus ratos libres comenzó a preparar lo que a veces se tiene, erróneamente, como el “hermano pobre” del pan, el pico. Esta destreza pasó del padre a su hijo Rafael, que desde los 12 años comenzó a elaborarlos, dedicándose exclusivamente a esta receta. Fue él quien le dio una marca y mejoró el proceso, que sigue prácticamente igual hoy en día. Su vida, la de su mujer Caridad y sus hijos Rafael y Caridad, ha girado en torno al negocio familiar desde entonces.

A los picos San Rafael se les da forma a mano. Foto: Cosas de Comé

Poco ha cambiado desde que Cari y Maria José tomaran el relevo de Rafael en 2014. Lo hicieron porque no querían que un producto que se ha convertidoen parte del a identidad de Sanlúcar desapareciera. La maquinaria es la justa, una amasadora y una refinadora. Lo más reciente es una envasadora solo se usa para parte de su producción.

Los masa de los picos San Rafael no tiene truco ni cartón. Sus ingredientes son los que aparecen en sus bolsas: harina, levadura, agua, aceite de oliva y sal, todo de buena calidad. Eso sí, se les da forma a mano, con manos de mujer, que se dice son las mejores para tareas delicadas. Preparan unos 250 kilos de picos a diario. Y todos los trabajadores allí, más de una docena, son prácticamente familia: primos, parejas de primos, sobrinas… Y también la hija, estudiante de psicología, y el marido de Cari, que trabaja en la mar, y que, como ella hizo años atrás, ayudan en el obrador de vez en cuando.

María José y Cari en el despacho del obrador. Foto: Cosas de Comé

Elaboran picos de aceite de oliva en dos longitudes, integrales y picos duros, que no llevan aceite. También unas exquisitas tortas de aceite que venden todo el año, y, por estas fechas, las que llaman tortas de horno, similares a las tortas de polvorón pero más recias. Los picos llegan también a hostelería, para lo que los envasan en pequeñas cantidades.

Porque lo que antes era un aperitivo barato para los niños, un quitahambre, es hoy un acompañante imprescindible del tapeo andaluz. No hay ensaladilla que no pida picos, ni loncha de jamón que no los agradezca, ni última porción de plato por empujar que no la necesite. Y lo bueno de los picos San Rafael es que tienen una textura crujiente pero suave y un sabor sutil que complementa y no mata el del resto de la comida. Se pueden disfrutar, y mucho, incluso solos.

La peculiar forma de los extremos de estos picos viene dada por un cortador que facilita el trabajo manual. Foto: Cosas de Comé

Al ser Sanlúcar ciudad de veraneo, lo normal es que en verano aumente la demanda de los picos con la llegada de turistas, como efectivamente sucede. Lo llamativo es que en Navidad también se venden más, quizás porque no hay buena mesa sanluqueña que se precie que no tenga estos trozos de masa horneados junto a los platos especiales de las fiestas. El resto del año se mantienen sus clientes habituales, los de toda la vida, que se acercan hasta el despacho en el mismo obrador de la calle Salmedina para hacerse con sus productos. Próximamente contarán con una página web donde también se pondrán adquirir.

Cari y María José, a la izquierda, y Rafael recogiendo la Insignia de Oro de Sanlúcar. Foto: Ayuntamiento de Sanlúcar

Por toda su trayectoria, la familia García es muy apreciada en Sanlúcar. El Ayuntamiento materializó este cariño en 2019, con la Insignia de Oro de la Ciudad que recogió la familia. Tres años más tarde, María José Ruiz fue elegida para encarnar a uno de los Reyes Magos. Reconocimientos que se suman a los cotidianos, que no por ello menos importantes, como la costumbre de tener siempre una bolsa de Picos San Rafael en la mesa, que se sigue transmitiendo generación tras generación.

Horario, localización y teléfono de Picos San Rafael