La Curiosidad de Mauro afronta una nueva etapa en la que deja las tapas y apuesta por un restaurante de cocina creativa. Se puede comer a la carta o con dos menús degustación, uno de ellos dedicado al atún

 

Una gigantesca pintura de Paule Bocuse con una especie de gallina tatuada en el hombro preside el comedor principal de La Curiosidad de Mauro. En los otros dos lienzos de la pared cuelgan «locuras gastronómicas» y una fantasía del famoso cuadro de «La Libertad Guiando al pueblo» en la que la heroína, con sus senos tapados por cinta de carrocero, avanza con un tenedor en mano por bandera con la Catedral de fondo Cádiz.

Mauro Barreiro junto a la pintura de Paul Bocuse que preside el comedor. Foto: Cosasdecome

Es el escenario donde se desarollan las comidas de la Curiosidad de Mauro. El restaurante ha abierto, tras el parón por el Coronavirus, con concepto muy renovado y con ganas de practicar cocina creativa, una parcela que le dió muchos éxitos cuando comenzaron allá por el año 2011. Lo hacen, además, con el «equipo fundacional» al frente, Mauro Barreiro, al frente de las cocinas y su mujer, Noelia Rojas en los comedores.

Aunque la larga barra de La Curiosidad de Mauro sigue presente. «No nos ha dado tiempo aún a quitarla» está anulada y a lo largo de esta se suceden algunas mesas bajas destinadas a comer a lo que se suma el comedor interior. La capacidad está en torno a las cincuenta personas. El cocinero señala que «no es que vayamos a dejar las tapas. Las seguiremos ofreciendo pero en otro establecimiento para el que estamos buscando un emplazamiento que nos guste, pero este sitio quedará como restaurante.

Noelia Rojas y Mauro Barreiro a las puertas de su establecimiento. Foto: Cosasdecome

Barreiro señala que «este parón nos ha hecho reflexionar. Me he encontrado conmigo mismo y también prefiero ahora tomármelo todo con más tranquilidad, correr menos y disfrutar más y la mejor forma de que disfrute yo y que disfruten los demás es creando y es lo que vamos a hacer en esta nueva fase».

En la nueva Curiosidad de Mauro se puede comer a la carta o con dos menús degustación. No hay tapas. Todos son platos, aunque preparados para que se puedan compartir. Hay 19 platos que irán cambiando en función del mercado y la inspiración del cocinero. Los precios no son muy elevados. Lo más barato es la croqueta de pringá a 1,5 euros la unidad o la media noche de cazón adobo con tikka masala de pollo de campo que sale a 4. Lo más caro unos huevos rotos de gallina criada en libertad con carabinero asado, patata encebollada y jugo de carabinero que sale a 19.

También se puede optar por una fórmula muy habitual en la alta cocina, los menús degustación. Hay dos disponibles, uno de seis platos y postre por 35 euros y un segundo dedicado al atún de almadraba, un producto en el que se ha especializado el cocinero, que tiene 12 elaboraciones y que sale por 60 euros. No incluye bebidas y se puede optar también por acompañar la comida con un maridaje de vinos que sale a 15 euros en el menú degustación  y 25 en el que incluye el atún. (pinchar aqui para ver la carta completa y los dos menús).

Barreiro utiliza más que nunca los productos gaditanos: huevas de maruca empleadas en una ensaladilla, Garum para aromatizar un salmojero, el cazón para la media noche (media noche, nada de baos y pamplinismo panario). atún rojo en varios platos y la utilización del proveedor de moda entre la alta cocina gaditana, las verduras de «Cultivo Desterrado» que cultiva Rafael Monge en La Algaida de Sanlúcar.

Unos chicharitos suyos protagonizan precisamente uno de los platos del menú, unos guisantes (que es el nombre oficial del chicharito) servidos en un caldo de pollo aromatizado con hinojo que sirve de base para una vieira asada de buen tamaño. Para mojar panes del horno Artesa de Arcos y de La Tahona de San Fernando.

Los guisantes con vieira de Mauro Barreiro. Foto: Cosasdecome

En el menú degustación hay platos divertidos, como un giro que hace el cocinero al bocadillo de lomo en manteca de Vejer, uno de los más famosos de Cádiz. La carne va dentro de una especie de brioche que recuerda a un pan «de shangüi» muy jugoso. La cosa carnívora lleva dos toques «glamurosos». El primero es que la manteca en que se hace el lomo va aromatizada con trufa y el giro más «cachondo» es que para acompañar el plato se propone una copa de champán francés: Cazalds Cloude elaborado con uva chardonnay. La combinación resulta agrabable y exótica.

Las presentaciones están muy cuidadas y son coloristas, como la de un plato de presa ibérica, que se presenta cruda y aliñada y envolviendo una crema de queso payoyo, alternada con taquitos de berenjena y morcilla. El plato llega a la mesa en un colorista tajine de barro de los que se utilizan en Marruecos para servir los guisos.

Sorprendente también un lomo de urta que se presenta con un fondo de guiso a la roteña y al que se le pone por encima un «chili crub» que traducido resulta un caldo de cangrejo originario de Singapur, pero que Barreiro «gaditaniza» haciendolo con otro humilde de la Bahía de Cádiz: la coñeta.

El acompañamiento vínico es también muy original, un clarete rosado de nombre «La Cirila».

El arroz con abánico ibérico de La Curiosidad de Mauro. Foto: Cosasdecome

De la parte salada destaca también un plato de arroz muy vistoso y, a la vez, jugoso y «rebañabloso»: un abanico ibérico asado, que se presenta en tacos y encima de un clásico de Barreiro, un arroz aromatizado con anguila. El mural se complementa con cítricos, manzana y yogurt…parece la cosa complicada pero te digo yo que está de mojar pan.

Personalmente el plato que más me sulibelló fue un flan, como recordando aquellos postres de las ventas de Cádiz, aunque aquí el bamboleante está hecho con leche de cabra florida con cerezas encurtidas (en vez de las guindas de lata de aquellos locales de finales del siglo XX) y un helado de Violetas…aquí no hay Contessa. El chorreón de caramelo, tan típico del «pijama» de las ventas se sustituye aquí por una sutil sopa de miel de Pinsapo. Para guarnicionar al flan unos trozos de bizcocho de cerveza negra. El plato es divertido, pero a la vez exquisito. Para acompañarlo el cream Soluqua de bodegas Barón.

El pijama es un postre típico de algunas ventas de la provincia de Cádiz que reunía en un mismo plato flan helado, fruta en conserva y también nata.

Horarios, localización, la carta completa, teléfono y más datos de La Curiosidad de Mauro, aquí.

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