Las emprendedoras de Pan de Aída traspasan este negocio para abrir Capitán Cookie, un puesto con temática de cómic y cookies al estilo americano.

 

Jill Hodgetts habla con entusiasmo de un nuevo proyecto en el que está inmersa junto con Aída Rincón, que les llevará a abrir un nuevo puesto en el Mercado de Abastos de Cádiz. No son ningunas recién llegadas en este equipamiento: actualmente gestionan allí Pan de Aída, un negocio que están a punto de traspasar a la pareja a la que enseñan actualmente a hacer sus panes.

Las socias han decido cambiar el pan por galletas, pero no cualquier galleta. En su puesto, que se llamará Capitán Cookie y será el número 8, venderán galletas al estilo americano, de las grandes, pero cien por cien ecológicas. Cree Jill que en toda España no hay ningún puesto de galletas de este tipo que sean también ecológicas. Ahora están trabajando en las recetas, y adelanta que habrá variedad, y también sin gluten (aunque pueden tener trazas) y veganos. Tendrán galletas de las que apetecen para desayunar, y de las que gusta tomar para merendar. Las habrá con muesli, avena, las clásicas de chocolate, de chocolate blanco y con frambuesa…

Las galletas se podrán comprar todas al mismo precio: 2 euros la unidad, 10 euros la caja de seis y 19 la caja con una docena. Son grandes, de unos 80 gramos o algo más cada una. Además de galletas, venderán palomitas.

Para este negocio quieren trabajar mucho más la parte de marketing. El capitán Cookie existirá de verdad como un personaje de cómic creado por Aída que servirá de hilo conductor: su imagen presidirá el puesto, y estará en las pegatinas y chapas coleccionables que irán como obsequio en las cajas.

Aún habrá que esperar para probar estas galletas: tendrán que reformar por completo el puesto número 8, que era una charcutería, para que pueda acoger la nueva actividad. Su propósito es abrir en octubre, aunque aún está por ver si los plazos de la obra permiten cumplir este deseo.

El pasado y el futuro de un negocio que empezó con un libro

Pan de Aída es una panadería artesanal que comenzó a funcionar en 2016 en la calle Libertad, muy cerca del Mercado de Abastos (a esta etapa corresponde la imagen de arriba). Fue el recetario que la madre de Jill regaló a Aída el ‘culpable’ de que esta comenzara a hacer unos panes que pronto tuvieron éxito entre familiares y amigos. Así surgió el negocio, que ofrece panes hechos con harinas ecológicas e ingredientes diversos. En verano  de 2018 se mudaron al puesto número 13 del Mercado de Abastos.

Ahora cambiarán el pan por las galletas, un trabajo que les dejará más tiempo para dedicarse a la música (Jill es cantautora y Aída le acompaña en la percusión, como puedes escuchar en este enlace). Desde hace algún tiempo, una pareja italiana está con ellos aprendiendo a hacer sus recetas de pan, porque quieren continuar el camino que ellas han emprendido. A partir del 1 de septiembre, se harán cargo por completo del puesto, que seguramente cambiará de nombre.

Más información sobre Pan de Aída, aquí. 

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