Nacidas como una afición, Birrameda y La Chisparrera han tenido muy buena acogida en su lanzamiento al mercado. Aquí, la historia de dos cerveceros artesanales de la provincia.

 

Son dos proyectos diferentes, pero con tres factores en común: cervezas artesanales, surgidas como una afición y que hacen patria chica desde el nombre hasta las etiquetas, encomendadas a autores locales. Se llaman Birrameda y La Chisparrera. Con esos nombres, casi sobra decir que han nacido en Sanlúcar y Castellar.

En casa de María José Arias, lo de hacer cerveza comenzó como un hobby en el garaje, con un equipo chico. Empezaron a regalarla y gustó, así que el primer equipo casero acabó siendo sustituido por uno más profesional que ya lleva funcionando un mes. Aunque habrá siete tipos de Birrameda (rubia, tostada, negra, trigo, roja, neipa y calabaza) de momento se han puesto a la venta la rubia y la tostada… y ya está casi todo vendido, así que ahora mismo están produciendo más de estas dos y de la roja, que será la siguiente en salir al mercado.

Una de las etiquetas, con el toro alado del escudo de Sanlúcar.

Una de las peculiaridades que tiene esta cerveza es que difunde Sanlúcar por medio de su etiquetado. Cada cerveza lleva una etiqueta con una imagen distinta y un código QR, ese cuadradito negro y blanco que se puede escanear con el movil. La imagen es siempre algún elemento de Sanlúcar, y a través del código podemos saber qué es exactamente y dónde está. Por ejemplo, la rubia es la sirena del castillo de Santiago. Y la roja es la ventana del Palacio ducal de Medina Sidonia… de la duquesa roja, vaya. Las etiquetas son obra de Esperanza Regio y la idea, explica María José, es que las botellas se puedan coleccionar.

Las Birrameda se pueden adquirir en una treintena de bares de la localidad y en la tienda especializada Dealbariza, también de Sanlúcar. De momento ha llegado a Jerez, a La Frontera. La fábrica, que está situada en la calle San Nicolás, Edificio Principado Local C, se puede visitar todas las tardes excepto las de los miércoles de 18:00 a 20:30 horas. Además, tienen página web (aquí).

Entre Fronteras

La Chisparrera es la primera cerveza de Entre Fronteras, un proyecto que se desarrolla en dos ‘fronteras’: Castellar de la Frontera y Jimena de la Frontera. Jorge Ferreira y Cayetano García, los socios del proyecto, viven en estos municipios. Son cerveceros artesanales desde 2016, y decidieron iniciar el negocio cuando vieron que su cerveza empezó a alcanzar fama entre familiares y amigos. De momento hacen una cerveza, que ha conseguido muy buena aceptación: producen mil litros al mes. Actualmente están superando trámites legales e intentando dar a conocer la empresa.

La Chisparrera -el gentilicio popular de Castellar- es una Belgian Blonde Ale. «Es una cerveza de color dorado y espuma blanca, con aromas de cítrico y piel de naranja. De sabor con amargor medio y con notas a malta y notas cítricas. La sensación en boca es agradable y chisposa. Se recomienda beber en vaso tulipa o copa. Marida bien con pollo, salchichas, quesos y postres a base de frutas cítricas», explican.

La próxima cerveza, anuncia Ferreira, estará dedicada a Jimena. Y, al igual que ha ocurrido con esta primera, la etiqueta se encomendará a artistas locales. La imagen de la Chisparrera es obra de Raquel Macías.

La cerveza puede encontrarse los municipios donde ha nacido y en Algeciras. El contacto de Entre Fronteras es el 663413241 (Jorge Ferreira).

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