La birra es iniciativa de Álvaro González, quien la elabora con receta propia en las instalaciones de Blanca y Verde de Chiclana.

 

La provincia de Cádiz ya cuenta con una nueva cerveza artesanal, La Pulga, que elabora un ubriqueño con receta propia en las instalaciones de Blanca y Verde de Chiclana.

Álvaro González Rosado siempre ha tenido afición por la gastronomía, y entró en contacto con el mundo de la cerveza artesanal cuando estudiaba el primer curso del grado de Ciencias del Deporte. Un primo suyo, que tenía un kit de fabricación casera, le explicó cómo podía informarse para elaborar una propia. A partir de ahí llegó el primer equipo a su casa y empezó a hacer pruebas mientras se formaba de manera autodidacta. Con el tiempo, cambió ese primer equipo por otro mejor, y sus cervezas, de alta fermentación, fueron consiguiendo el reconocimiento de amigos y vecinos. La gente le animó tanto que pensó: «algo estaré haciendo bien».

Así se animó a dar el siguiente paso. Hizo el curso de Experto Cervecero en la Universidad de Sevilla y empezó a trabajar en la primera cerveza que sacaría a la venta. Álvaro es lo que se denomina un cervecero nómada, y para hacer su birra buscó unas instalaciones adecuadas y las encontró en Chiclana, en la fábrica de Blanca y Verde. «Son expertos en lagers y coincidimos en la filosofía cervecera», explica.

La Pulga, el nombre de la marca, es el apodo que le puso a Álvaro su hermano, y que vio original para bautizar a la nueva cerveza ubriqueña. A principios de marzo ya salió la primera, una Helles Lager. Se trata de una «Cerveza Lager de color dorado brillante que posee un limpio aroma maltoso, sin presencia de lúpulo, ésteres extraños o diacetilo. Presenta una gran capa de espuma blanca, fina, cremosa y duradera hasta el último trago», explica la web de La Pulga. Con respecto al sabor, es «maltoso, a cereal y levemente dulce predominando la malta Pils, con un amargor muy leve, sin astringencia en boca y de alta bebestibilidad».

La cerveza, que tuvimos ocasión de probar el pasado Exposierra, es una rubia más suave de lo que se suele esperar en una cerveza artesanal, entra muy bien y destaca su olor a malta y, efectivamente, una espuma que no se desvanece en ningún momento. «A la gente le está encantando, incluso a la gente a la que no le gusta la cerveza, porque es poco amarga y tiene algo de dulzor y sabor a cereal», explica.

Álvaro ya tiene en mente otras cervezas, ya de alta fermentación, una Belgian Blonde Ale y una Neipa. De momento, está empezando a distribuir su Lager. En este enlace se puede ver dónde se puede probar actualmente.  También en la web de La Pulga se puede comprar directamente la birra o contactar para distribuirla en el caso de tienda y hostelería (enlace aquí).

Espuma de bar

 

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