El establecimiento gaditano sigue prestando servicio a sus clientes mediante el reparto y la recogida de platos. Ha hecho una adaptación de su carta, con los platos que considera imprescindibles y que mejor ‘viajan’.

 

La Marmita de Cádiz ha puesto en marcha un servicio de comida para llevar y reparto a domicilio, una actividad que desarrollará en exclusiva durante algún tiempo: los platos más emblemáticos -incluidos los de atún rojo- salen del restaurante, que permanecerá cerrado al público, para llegar a las casas.

El jefe de cocina, Álvaro Cano, estará trabajando en el establecimiento a puerta cerrada para llevar a sus clientes una versión especial de la carta del establecimiento. Estos platos llegarán a las casas de dos formas: a través de la plataforma Uber Eat o bien recogiéndolos en el local. Se pueden hacer encargos a través del teléfono del establecimiento, el 956215227, que tiene WhatsApp, y próximamente también a través de la web (aquí).

El servicio funcionará todos los días, excepto las noches de los lunes y los martes completos, en toda la ciudad de Cádiz. Se han seleccionado envases especiales para cada uno de los platos, de forma que lleguen a los domicilios en las mejores condiciones, explica Juan Antonio Fernández.

El mollete llega más lejos que el bao

La carta comienza con una sección dedicada a la almadraba. Son en su mayoría platos fríos (Tataki de atún de almadraba, Sashimi, Tartar, Ceviche, y el Surtido compuesto de tataki, sashimi y tartar) y un semifrío (el Atún rojo semipicante.

La Marmita decidió en el año 2018 especializarse en el rojo de almadraba ya que estimaban que en el casco antiguo de la ciudad no existía un sitio dedicado a este apreciado producto. El establecimiento trae la materia prima de Gadira, una firma con sede en Barbate y que es una de las referencias de este oro rojo a nivel nacional.

Tras estos platos, vienen otros representantivos de la gastronomía del establecimiento. Los fríos son dos ensaladillas, de langostinos al ajillo y de pulpo a la gallega, el Salmorejo de payoyo, fresas lio y lascas de mojama, y los Mejillones gallegos con plancton marino y algas de estero.

En calientes, los platos son la Croquetas caseras, los Raviolis de pringá de berza gitana, la Lasaña de carrillada, falsa bechamel de gorgonzola y albahaca, el Wok de lagarto, el Wok de setas, el Wok marinero con mejillones, almejas y gambones, la Presa Ibérica de bellota a la plancha con patatas, la Burguer Blak Angus (queso rulo de cabra, cebolla caramelizada, lomo y rúcula con patatas gajos fritas y salsa barbacoa) y dos molletes. Lo de los molletes es curioso, porque es una versión de dos platos que se sirven habitualmente en el establecimiento, dos baos. Los delicados baos resisten poco: en cuanto salen de la vaporera, se van poniendo cada vez más duros. Hay que comérselos recién hechos para que estén tiernos, por lo que no son el producto más apropiado para un servicio a domicilio. Así, en La Marmita han decidido sustituirlos por molletes: se trata de minimolletes hechos ex profeso para estos platos. Una opción es acompañarlos con puntillitas fritas, mahonesa de lima, cilantro y wakame, y la otra es que lleven rabo de toro, cilantro, cebolla crujiente y huevo de codorniz.

«Aunque cerramos de cara al público, nuestros fogones siguen encendidos», explica Fernández

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Guía de comida a domicilio de la provincia de Cádiz

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