La bodega sanluqueña lanza una manzanilla pasada y un amontillado.

La Guita presenta dos sacas especiales en rama de una manzanilla pasada y un amontillado. «Estos dos vinos representan y transmiten la riqueza, la peculiaridad y la singularidad del suelo del histórico y emblemático Pago de Miraflores y de Pagos Costeros sanluqueños, asegura la bodega.

Según explica La Guita, un vino en rama se caracteriza por no sufrir ningún proceso de estabilización en frio y clarificado, únicamente se somete a un leve filtrado antes de embotellar para evitar posibles partículas en suspensión en el vino.

La Guita en Rama Pasada y el Amontillado en rama se enmarcan dentro de una nueva línea definida por la firma sanluqueña en la que se llevarán a cabo sacas especiales y puntuales con un lleno limitado de botellas «con el fin de mostrar y compartir las riquezas que se crían en sus dos bodegas de Sanlúcar de Barrameda». Ambos vinos se presentan en una botella de inspiración bordolesa de 50 cl. siguiendo la nueva imagen definida para esta marca «que tanto ha gustado desde que se lanzara al mercado el pasado mes de marzo. En estos casos se juegan con unos cromatismos que aportan elegancia y distinción a sus presentaciones».

En el caso de La Guita en Rama Pasada, estamos ante una manzanilla con un largo periodo de crianza biológica bajo el velo de flor, entorno a los 10 años, en las soleras específicas de manzanilla pasada de la bodega de la calle Misericordia, en pleno barrio Alto de Sanlúcar y de la majestuosa bodega de Sanlúcar Pago Viejo. Las criaderas de la manzanilla pasada se refrescan con una selección de las mejores botas que provienen de la solera de manzanilla La Guita de ambas bodegas. En este largo proceso de crianza, la flor se debilita ligeramente, provocando una leve oxidación, que aporta al vino una mayor complejidad, estructura y cuerpo.

¿Qué ha pasado con la guita de la etiqueta de la manzanilla?

La Guita en Rama Pasada, es un vino «gastronómico, untuoso y complejo, aportando además matices más intensos que las manzanillas tradicionales».

La otra saca especial que ve la luz es un amontillado en rama sanluqueño que La Guita cría con mimo durante 15 años, de los cuales 10 han sido de crianza biológica bajo velo de flor, y los 5 últimos de crianza oxidativa en la bodega que a finales del siglo XVI era el Hospital más importante de Sanlúcar de Barrameda conocido con el nombre de Hospital de la Santa Misericordia (actualmente es la bodega de la calle Misericordia de La Guita en la que se puedo observar en una de sus fachadas la antigua portada del templo de San Juan de Dios).
Las criaderas más jóvenes de este vino se refrescan con los vinos procedentes de la solera La Guita, aportando la seña de identidad tan característica de esta bodega. Se trata de un amontillado «afilado, salino, mineral, y de gran fineza, con una marcada identidad Sanluqueña, denominador de común de todos los vinos de La Guita. Estamos ante un vino intenso, con aromas de avellanas y recuerdos de su crianza bajo velo de flor».

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