La Curiosidad de Mauro ya está abierta en la calle Veedor de Cádiz

El nuevo establecimiento cuenta con una barra de tapas y platos para picar y un restaurante en el que se puede comer a la carta o dos menús degustación de cocina innovadora. Mauro Barreiro también ha presentado un libro de recetas en el que recoge 24 fórmulas

Texto: Angeles Peiteado/Pepe Monforte

Al entrar en La Curiosidad de Mauro llama la atención una cristalera que te recuerda a la de los freidores. Lo que pasa es que detrás de ella, en la bandeja de color amarillo que está bajo el cristal no se aposentan adobos, chocos y pescadillas, como en el cercano freidor del Veedor, sino las creaciones de este cocinero, coloristas, innovadoras y siempre con su toquesito de cachondeo, que es un ingrediente muy de aquí.

La barra de La Curiosidad de Mauro es larga. Es de madera, aunque al final simulando una especie de pared de ladrillos, que te recuerda a los del cercano teatro Falla, aparece el logotipo del establecimiento y debajo su lema lo de “Tatuando paladares”, que parece más bien titulo de comparsa con intención de entrar en la final. Pero el lado cachondo de Barreiro, el más chirigotero, aparece en la pared que hay tras la barra. Más ladrillos coloraos y pinturas realizadas por el ilustrador gaditano Jesús Belizón que se ha ocupado, en unión del propio cocinero, de diseñar el “empaquetado” del nuevo establecimiento: decoración, cartas y todas esas cosas. En total a lo largo de la zona de tapas se pueden congregar medio centenar de personas.

En la carta de barra hay algunas tapas, aunque la oferta se sustenta, sobre todo, en medias raciones. El cocineo ha arrejuntado sus platos de éxito de su estancia en Puerto Real con algunas nuevas creaciones. De todos modos en las propuestas se nota que Barreiro se ha asentado. Los nombres de las tapas, al menos son más sencillos y el cocinero reconoce que “ahora busco más el producto, sabores más puros. De hecho puedes ver como aqui detrás (señalando un expositor situado tras el mostrador) tengo gambas blancas y carabineros. Traeremos también ostras y estas cosas las ofreceremos simplemente a la plancha, cocidas o incluso crudas, como lo quiera el cliente”.

La salida de la carta no puede ser más clásica, una ensaladilla, un plato que Barreiro tuvo en el primitivo Real 210 Gastro, el primer establecimiento que tuvo en Puerto Real tras volver de su exitosa estancia en Marbella, donde logró una estrella Michelín como jefe de cocina del restaurante Skina. Es de las de gambas y lleva la mayonesa en forma de espuma. Va servida sobre una fuente transparente. El salmorejo, otro clásico del cocinero, va también sobre otro vistoso cuenco sin color. Las guarniciones llaman la atención. Unos trozos de caña de lomo, unas migas hechas con chicharrones de Chiclana y un huevo duro que va en polvo. La ensaladilla sale por 3 euros, al igual que el salmorejo. No falta otro clásico del tapeo gaditano: las papas aliñás que aquí se guarnecen con algas, mojama y lima (3,5 euros)

Los juegos de Barreiro comienzan con el “Paticao”, un recuerdo al “bollycao” de las meriendas pero en el que el bollo, en versión mini, va relleno de pato y foie. Luego el rabo de toro que va en una bomba, una bola redonda que recuerda a las bombitas picantes que ponían en los bares de Cádiz a finales del siglo XX y que se cubrian con salsa brava y mayonesa.

Los intentos de sorprender siguen con una cesta metálica que llevan unas barritas de pollo empanado con un toque de oloroso, unas croquetas rellenas de pringá de la berza o una pizza que lleva por lo alto setas de Jimena, una salsa carbonara (una preparación italiana basada en la nata) y unos toques de panceta ibérica.

Barreiro ya tira por sus continuas llamadas a la cocina iberoamericana con un tiradito de presa ibérica o una ensalada de pollo con especias mejicanas. Los calamares fritos van con un ceviche, una preparación peruana de moda y no faltan toques de humor como el “huevo jurásico” que se acompaña con queso payoyo y un guiso de cerdo ibérico. Otro de los grandes clásicos del cocinero, su fresón de foie también está en la carta y hay un guiño hacia un plato ya casi desaparecido, la preparación “a la jardinera”, como se le dice en la zona a los guisos de carne con verduras. En esta ocasión la salsa acompaña a unas albóndigas de cerdo ibérico y se guarnecen también “a lo de siempre” con patatas fritas en bastones.

El cocinero recupera también otro plato “arqueotapatológico”, el ajo papa sanluqueño, que acompaña a un lomo bajo de ternera. En la barra también se pueden tomar postres (entre 5 y 6 euros) y que van desde una recreación de las palmeras de chocolate hasta una novedosa versión de la tarta de zanahoria y coco.

Pero la nueva Curiosidad de Mauro tiene dos zonas claramente diferenciadas. Desde un pasillo situado al fondo del local y al que también se puede acceder desde una segunda puerta, sin pasar por la barra, se accede al comedor. Los ruidos de la barra quedan atenuados por un largo pasillo y el ambiente es mucho más refinado. Las mesas están vestidas con manteles sobres los que se posicionan vasos de diferentes colores chillones y unas pequeñas esculturas de insectos en color dorado.

El comedor recuerda mucho la estética de la recien cerrada Curiosidad de Puerto Real. De hecho parte del mobiliario es el mismo. El sitio tiene capacidad tan sólo para 18 comensales, aunque si hay un grupo se puede ampliar hasta 30. La intención de Barreiro es ofrecer aqui su cocina más arriesgada y vanguardista.

En el restaurante se puede comer en clásico, a base de platos (algunos se sirven en medias raciones) u optar por alguno de los dos menús degustación que ofrece la casa, uno de 6 platos más dos postres (40 euros por persona) o el “magic” un paseo de 12 pequeños platos por 60 euros, que va cambiando continuamente y que ofrece el lado más creativo de Barreiro.

La carta no es muy larga: 18 propuestas y no faltan las combinaciones llamativas como un pescado del día aromatizado con una velouté de pollo al ajillo, apio nabo y curry o una ventresca de atún encebollá que se acompaña con un consomé de setas. El plato más barato sale a 9 euros y el más caro a 22.

Promete también experiencias diferentes una sopa de cebolla con bombones de queso payoyo, hongos y lengua de ternera retinta. El pescado sale por 19 euros. El atún por 20 y la sopita a 14. También hay langostinos de Sanlúcar acevichado y acompañado de crema de galeras y coco.

Al frente del comedor está Noelia Rojas, la esposa de Mauro Barreiro y como somelier, en una carta llena de referencias gaditanas, el joven profesional Alvaro Rivera.

Libro de recetas

La apertura del nuevo establecimiento ha coincidido con la publicación por parte del cocinero de su segundo libro de recetas.

‘Tatuando paladares’ , así se llama el libro, recoge 24 experiencias, 24 ideas surgidas de la creatividad de Mauro Barreiro, chef de La Curiosidad de Mauro; 24 recetas con las que el cocinero quiere poner su granito de arena en el fomento del turismo en Cádiz.

En el libro se pueden encontrar recetas con denominación de origen gaditana, como los muergos de Puerto Real, oloroso y huevas trucha de El Bosque; el tartar de retinta y sardina ahumada con gazpacho de maíz picante, el burrito moruno de cabra payoya o el chuletón de Barbate, con fideos de berza gitana y su infusión. Según explica el chef, este “pequeño gran libro” muestra elaboraciones realizadas con productos de la zona en una cocina también influida por la globalización.

Es un libro para que la gente vea que en Cádiz tenemos una gran tierra, un gran producto y que somos gente creativa”. La palabra creatividad se repetió durante la presentación del ejemplar. “Mauro es un creador. Cuando estás a su lado sabes que le va a faltar tiempo en esta vida para crear todo lo que está en su cabeza. He conocido en mi vida muy poca gente con ese don, que por otro lado tanto envidio, creador de ideas. Con tan poco tiene la capacidad de crear tanto”, aseguró Pilar Oliva, directora de Cope Cádiz.

El ejemplar es el tercer libro sobre cocina con un protagonista de la provincia editado por la cadena radiofónica con el apoyo de Diputación. Mesa 12 es la responsable del diseño y la maquetación del volumen que ha llevado prácticamente un año de trabajo, según explicó durante la presentación Acosta. La empresa está trabajando ya en el próximo volumen de esta saga, aunque habrá que esperar para conocer su temática. La anterior publicación recogía las recetas de la chef Miriam Rodríguez Prieto, la gran referencia de la Venta La Duquesa en Medina Sidonia, y la anterior, las de Alberto Reyes y José Manuel Morillo, del Hotel Restaurante “La Breña”.

En la presentación del libro de Mauro Barreiro en Diputación se dio cita el equipo de la Curiosidad de Mauro, así como concejales de diversos ayuntamientos de la provincia y el diputado provincial Jaime Armario.

El cocinero ha dedicado el libro a su abuela Pepa “mi segunda madre”. El volumen se puede pedir gratuitamente en la Cadena Cope hasta que se acaben las existencias en la calle Algeciras número 1 de Cádiz (Edificio Fenicia).

Horarios, localización, teléfono y más datos de La Curiosidad de Mauro, aquí.