Barras de cócteles, masajes en cabinas, camas balinesas, actuaciones y cocineros de postín. Los chiringuitos de playa desaparecen y dejan paso a los ‘club beach’.

 

El chiringuito de toda la vida prácticamente se ha esfumado de la costa gaditana, ya quedan muy pocos sitios de esos de olor a sardina, manteles de papel, sillas de tijera y techo de cáñamo. Que no cunda el pánico: más que desaparecer, lo que han hecho es transformarse. Ahora son Beach Club, clubs de playa, que intentan atraer a los clientes con actuaciones, masajes, cartas de cócteles kilométricas y fichajes en las cocinas para tener una oferta gastronómica de calidad.

Los dos ejemplos más claros de una tendencia que lleva años fraguándose son dos inauguraciones recientes de  establecimientos a pie de playa con el marchamo de calidad de las estrellas Michelin. Dani García -tres estrellas- abrió en Tarifa su Bibo (más datos aquí), que tiene como atractivo, junto a su oferta gastronómica, la coctelería y hasta una escuela de deportes acuáticos para entretener al personal. Duna Beach, en el Novo chiclanero, tiene como gran reclamo el sello del cuatriestrellado Ángel León de Aponiente, y ha abierto esta misma semana (más información aquí).

50 chiringuitos para comer muy bien en la provincia de Cádiz

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? José Antonio Medina, presidente de la Asociación de Empresarios Costa de Cádiz, y socio de dos chiringuitos en Chiclana, explica que se debe a un intento de complacer a un turista de alto nivel. Él conoce bien la zona del Novo Sancti Petri, donde están precisamente sus dos negocios: el Atenas y el recientemente inaugurado Coconovo Beach. Estamos ante el destino hotelero «más caro y más rentable» de España, con unos clientes de perfil alto que buscan algo más que los boquerones fritos a pie de playa. La cosa, indica, es que los boquerones siguen ahí, pero acompañados de muchas más cosas.

Camas balinesas en el Coconovo.

Camas balinesas en el Coconovo.

Medina explica que los establecimientos playeros siguen conservando los pescados fritos y parrillas típicos de estos lugares, pero dan un paso más allá para ofrecer una cocina más innovadora. Cocineros con experiencia en restaurantes de prestigio y asesores gastronómicos respaldan unas cartas donde prosperan junto a las sardinas y las frituras de pescado las recetas exóticas de medio mundo. Coco Novo abrió con un cocinero procedente de los fogones de Arzak; Vida Mía de Sanlúcar, con otro llegado de Aponiente… Hay muchos ejemplos de la provincia de cartas variadas y cuidadas, pero valga un ejemplo: el de Feduchy Playa de Conil (el reportaje, aquí). También son cada vez más los chiringuitos que sirven desayunos, algo que antes no era nada habitual, y proliferan las extensas cartas de cócteles, incluso con barras dedicadas expresamente a servir estas bebidas.

Miguel Ángel Sánchez, del grupo Potito, con tres establecimientos playeros en la capital gaditana (Potito Beach, Chiringito El Potito y Tuna Beach), apunta a otro factor como decisivo en la mejora de este tipo de instalaciones: ahora permanecen abiertos durante más tiempo, lo que hace que sean más rentables y como consecuencia permite aumentar la inversión. Este empresario precedió a Medina como presidente de la Asociación, lo que le permitió conocer de primera mano chiringuitos de otras zonas de España. Para él, los que se pueden ver en la costa de Cádiz son los mejores, los de decoración y estética más cuidada, junto con los de Marbella o Ibiza.

Revuelto de ortiguillas con huevo y almejas de Feduchy Playa. Foto: Julio González

Revuelto de ortiguillas con huevo y almejas de Feduchy Playa. Foto: Julio González

Más que comida

Decir que los chiringuitos se han convertido en restaurantes en la arena de la playa no resultaría exacto, porque hasta donde sabemos no abundan los restaurantes en tierra firme con cabinas de masaje y camas balinesas. Explica Medina que ambas cosas provienen de la evolución de los espacios de hamacas.

Cabina de masaje en Maresía, en Chipiona.

Cabina de masaje en Maresía, en Chipiona.

Algunos chiringuitos, además de tener permiso para ocupar el terreno donde se enclavan, lo tienen también para instalar una zona con hamacas y sombrillas. Y allí siempre se han dado masajes, indica. Lo que pasa es que ahora el sistema se ha mejorado. Antes, el masajista repartía su tarjeta por las hamacas y los interesados le llamaban. Ahora, se ha instalado una cabina, con una camilla mullida y todo un menú de masajes. Como la comida, ha «subido de nivel». Las camas balinesas son también una evolución de estos espacios hamaqueros. No sabemos cuántas camas hay, pero sí cuántas concesiones de parcelas para hamacas y sombrillas y para chiringuitos: unas 140 en toda la provincia.

Pocos son los modernos beach club que se resisten a complementar su oferta con actuaciones. Indica Medina que hasta se pueden distinguir  gustos musicales diferentes según el tipo de ambiente de cada localidad. En este apartado, quizás la palma se la lleve un chiringuito ubicado en uno de los lugares con la clientela de mayor nivel adquisitivo de la provincia: el Bahía Limón de Sotogrande, con actuaciones que van variando cada día de la semana y que incluyen números de circo aéreo, para lo que cuentan con una estructura especial (más datos aquí).

La transformación

«Hace once años -explica Sebastián Tirado- el Tres Piedras era una plataforma de madera con sombrillas de pasto, un techo sobre la barra y unas mesas en las que no daba la sombra, que caía tres metros más allá». Ahora, este establecimiento chipionero se ha convertido en un establecimiento temático, dedicado a la Circunnavegación del globo de la que se cumplen quinientos años. Un recinto blanco, acristalado, al que este año se han añadido nuevos toldos para proteger la terraza del sol. No hay camas balinesas, pero sí un rincón con un corazón  de más de dos metros y un poema del propio Tirado, que es escritor, para que la gente se haga fotos. Sí es de los se han apuntado a la coctelería; el cóctel de la casa se sirve en catavinos y está dedicado nada menos que a Rocío Jurado. Se llama Piropo.

El rincón con corazón del chiringuito. Foto cedida por el establecimiento.

El rincón con corazón del chiringuito. Foto cedida por el establecimiento.

El chiringuito empezó en lo gastronómico con el tradicional pescaíto, pero la gente reclamaba algunos de los platos que iban probando fuera de carta, por lo que decidieron modernizar la oferta gastronómica. Para ello contaron con el asesoramiento de Daniel Martínez, de Gastronómicum, que se encargó de renovar la carta. Ahora se ha incorporado como jefe de cocina el hijo de Sebastián -también Sebastián Tirado-, tras su formación en El Picacho de Sanlúcar y su paso por el Hotel Costa Ballena.

La tematización del chiringuito va desde la decoración hasta los uniformes, y también a la carta. Mardeleva de langostinos, Mejillones a la marinera, Banquete Real… son los nombres de seis platos dedicados a la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, todos ellos basados en la experiencia del histórico viaje y con su pertinente explicación.

Otros viajes, los realizados en otoño por el empresario, son los que están detrás de la transformación material del chiringuito. «Desde  que el mundo es mundo, evoluciona gracias a los viajes», indica. Así, los diferentes recorridos le llevaron a importar las cosas que más le gustaban y fueron transformando el espacio. Un ejemplo ¿por qué esas carpinterías de «marrón oscuro casi negro», como de «luto», cuando los colores que se ven en los países del Mediterráneo son el blanco luminoso y el azul? Tres Piedras es ahora blanco y azul, y aunque la borrasca Enma lo deterioró gravemente, no pudo impedir la apertura: «Cambiamos todo lo que tuvimos que cambiar, nos entrampamos y aquí estamos», explica Sebastián. Pocos son los chiringuitos por su zona que no se han adaptado ya a los nuevos tiempos: son los que tienen menos público en los días en los que no hay mucha gente en la playa, indica. «El esfuerzo que hemos hecho ahora se ve recompensado; en el espacio, la gastronomía, la limpieza y el servicio». Sebastián dice que no le cabe el corazón en el pecho cuando los platos vuelven a la cocina vacíos, sólo con un piropo de los comensales.

Las novedades de los chiringuitos de la temporada 2019, aquí.

 

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Quiero probar los distintos sabores de un jamón