La cerveza y el patrimonio histórico – arqueológico son el objetivo de una del ArqueofoodTour que se celebrará el sábado 10 de julio a partir de las 11:00.

La cata será en Balbo et Columela, espacio liderado por la unión de dos empresas, Arqueogastronomía, empresa líder en I+D+i en reconstrucción, elaboración, comercialización de alimentos históricos, además de creación de producto turístico – cultural, y Tripmilenaria, empresa de arqueología y gestión cultural que recientemente ha dirigido el descubrimiento del muelle de Gadir.

Según explican, la cerveza es una bebida que ya desde el neolítico formo parte de la dieta básica de nuestros antepasados. La cerveza, un alimento que ha sufrido una interesante y dilatada transformación tecnológica de más de 5.000 años. Su elaboración, ingredientes, transformación en bebida, su asimilación por diversas civilizaciones ha sido objeto de rigurosas investigaciones y de reconstrucciones de este producto fruto de ensayos científicos que han tenido como resultado varios tipos de cervezas que consumían nuestros antepasados.

“De Ninkasi a Baco” es el título este ArqueofoodTour que aúna una visita guiada por el patrimonio Histórico gaditano, partiendo del Yacimiento Gadir, y que recorrerá el eje Plaza de las Flores, catedral, murallas medievales y Barrio romano del Populo. A continuación, los asistentes podrán disfrutar de una cata – maridaje de tres cervezas recuperadas históricamente (neolítica, ibérica y romana) y de hidromiel, bebida alcohólica que rivaliza en antigüedad con la cerveza, y que se estima que su elaboración es anterior al vino. La cata – maridaje estará acompañada por alimentos reconstruidos científicamente como Flor de garum, quesos de cabra payoya elaborados según tratados del gaditano Columela (Caseus Columela), bulbas romanas, ahumados, pan cibarius de Pompeya, y alimentos tradicionales de la gastronomía gaditana.

El precio es de 29 euros por persona. Puedes pedir información y reservar plaza a través del teléfono 647 40 58 13 y del correo  balboetcolumela@gmail.com

Los organizadores aportan algunas notas históricas: Las primeras evidencias de la producción de cerveza databan del IV milenio a.C. y fueron encontradas en Godin Tepe (Irán). Pero en 1999, tres arqueólogos de la Universidad de Barcelona descubrieron en la Cova de Sant Sadurní (Begues, Barcelona) restos pertenecientes al período 5500-4000 a.C.
Que la cerveza egipcia era conocida por los romanos ha quedado constatado por numerosas fuentes escritas de autores de la época, pero una muestra inequívoca de que además de conocerla también la importaban y la comercializaban es el edicto de Diocleciano sobre precios máximos. Este emperador promulgó un decreto en el año 301 d.C. en el que se fijaba el precio de más de mil trescientos productos, y dentro de este listado se hallan tres tipos de cerveza diferentes: cervisia, camum y zythum.
Posteriormente, entre los s. VI-VI a. C. y el cambio de era, los pueblos íberos desarrollaron una cultura eminentemente cerealística, en la cual la cerveza va a a convertirse en la bebida predilecta de la península ibérica, con excepción del consumo y usos rituales que profesaban en torno al vino los colonizadores fenicios, griegos, púnicos y romanos.

La cerveza que producían los pueblos íberos se elaboraba a partir de cebada y trigo y se convirtió en la base de la alimentación de la mayoría de los pueblos prerromanos de la península ibérica. Además de estos cereales, en el proceso de fermentación intervenían plantas aromáticas como la artemisia, el romero o el tomillo, con el fin de potenciar el sabor y amargor del mosto de cereal.

La cerveza se utilizaba como poción para curar a los enfermos, como moneda de cambio, base de pago de salarios, fuente de alimento y bebida para el deleite de los diferentes pueblos que han compuesto nuestro pasado. Todos excepto dos: Grecia y Roma. El vino se consideraba «una bebida pura, divina, caliente y varonil, mientras que la cerveza era una bebida corrupta, fría y afeminada, una bebida sin dios».