Paco Raposo abrió en el año 1984 la Venta Torrebreva, ocupando el espacio de la antiguo ventorrillo de Perea que calcula que existía desde la década de los 50 del siglo XX. El nombre del establecimiento se debe a la finca Torrebreva que está muy cerca del establecimiento. En la actualidad es el hijo de Paco, José Antonio Raposo Muñoz, el que regenta el establecimiento con el apoyo de su padre.

Al establecimiento se accede por un carril señalizado en la carretera. Estética tipicamente ventera en un establecimiento que comenzó a funcionar en torno a la década de los 50. Tienen aparcamiento propio, salón comedor, zona de barra y dos terrazas, una cubierta y otra sin cubrir, en total capacidad para unas 150 personas.

Sirven desayunos y luego almuerzos y cenas. Para desayunar pan cateto que traen desde Lebrija y bocadillos, que son la estrella de la casa, especialmente el de tortilla de chorizo. Luego al mediodía tapeo y comida a base de raciones y platos. Lo más solicitado el rabo de toro la carrillada ibérica o la carne en tomate. Tienen también algo de caza como la perdiz y el venado. La carta se completa con carnes ibéricas a la parrilla y pescado frito de Sanlúcar.