El negocio lo abrieron en 1964 Juan Reyes y su mujer Pepa Callado como recoge el blog de la asociaciones de Cantarranas (verlo aquí). Luego en 1975 le transfieren el negocio a Manolo Reyes, su hijo, y a su mujer Manuela Muñoz Ramirez. En julio de 2015, al jubilarse Manolo Reyes, el negocio ha pasado a Isabel María Vidal y su marido, José Manuel Ruiz Sánchez, que sigue manteniendo también la fabricación de embutidos.
Sitios de esos con encanto que sólo se pueden encontrar ya en pueblos pequeños como este de Cantarranas. El establecimiento tiene un obrador de chacinas que luego venden en una carnicería y tienda de ultramarinos y en un pequeño bar que se comunica con la tienda por una puerta. El bar tiene un pequeño salón con mesas y una terraza a la plaza del pueblo. Tienen chicharrones, longaniza, chorizo, morcilla, butifarra y un peculiar morcón de morcilla con tropezones de carne generosos. También elaboran el guiso típico de la zona, el almuerzo campero, un plato que se prepara con trozos de carne y de vísceras del cerdo cocinadas con especias y manteca, por lo que el resultado final es parecido al lomo en manteca. Las chacinas también se pueden comprar por piezas para llevar.

Ahora también tienen tienda en interner por la que venden a toda España, no sólos los embutidos sino también ternera de La Janda. Más info, aquí.