La Venta Pelayo está situada junto a la famosa panadería que vende uno de los panes catetos más afamados de la provincia (más datos aquí). No es visible desde la carretera, aunque está a muy pocos metros de ella. Para guiarse basta coger por la desviación que hay en la carretera general, cuando aparece el cartel de Pelayo. Es una venta de aspecto rústico. Su amplia terraza está presidida por una gran barbacoa que funciona al mediodía y por las noches con varios tipos de carnes. Abren a las seis de la mañana porque uno de sus atractivos son sus desayunos. La rebaná tostada de la vecina panadería la ofrecen cortada a lo largo en vez de a lo ancho por lo que cada loncha de pan tiene el largo de una telera. José León, propietario del establecimiento desde hace 8 años, ofrece una gran bandeja con mantecas y patés para untar. No falta ni la manteca blanca, ni la colorá ni una sobrasada elaborada por ellos. También hay aceite y lomo en manteca colorá o blanca para los más atrevidos. Otra singularidad es la asadura, carne de hígado de cerdo cocinada en manteca y luego partida en lonchas. También ofrecen opciones más internacionales como un pan de cereales con una crema de tomate elaborada por ellos y aguacate o unos huevos de campo revueltos.  Son amigos de las cosas gigantes y en la carta también aparecen bocadillos gigantes acompañados de patatas fritas.

Informaciones sobre este establecimiento anteriores a 2017, aquí.

Para untar.

Uno de los guisos de la Venta,

Exterior del establecimiento.