Venta La Cabrala
Establecimiento
Venta La Cabrala
Horario:
Abren desde el desayuno hasta la cena. Cierran los lunes.
Dirección

Carretera de Medina-Benalup kilómetro 10 -a la altura del cruce con la carretera de Benalup-

Población
Comarca
La Janda
Fecha de apertura 1990
Personas relacionadas
Descripción

La Venta con su aspecto actual abrió en  noviembre de 1990 cuando se hizo cargo de ella Antonio Sánchez Grimaldi, su actual propietario que, por entonces tenía 21 años. Anteriomente, su abuelo tenía allí la casa de la familia y su madre, Ana Grimaldi Ruiz, puso una pequeña estancia delante de su casa donde atendía a los transeúntes. No había luz ni agua y el café lo hacía en su propio domicilio. Para acompañar a las bebidas que servía sólo un poquito de chorizo o de morcilla y si alguien le pedía “de comer” les hacía unos huevos fritos con papas.  El nombre de La Cabrala se debe a una mujer que habitaba en la zona y que era hija de una familia que se apellidaba “Cabrales”.
Venta con amplio aparcamiento. A la entrada un pozo y una pequeña terraza exterior que da paso al primer salón donde también está la barra además de las mesas. Hay también un segundo comedor, en total capacidad para unas 200 personas. Por la mañana, para desayunar, pan cateto de la zona, que sirven con zurrapa de lomo (manteca con pequeños trozos de carne) que hacen ellos mismos. Al mediodía reinan los guisos de “carnes  en salsa” que se pueden tomar algunos por tapas en la barra y luego por platos o raciones en el comedor. Raciones generosas y a precios moderados. Se pueden tomar cabrillas para empezar o unas tagarninas si es temporada. No faltan tampoco los huevos fritos con patatas, aunque el éxito de la casa gira en torno al venado, el jabalí, el conejo o el pollo de campo que se sirve en salsa y acompañado por amplias fritás de papas. Para acompañar el pan cateto de la zona, perfecto para mojar pan. Por encargo también preparan arroces  y tiene especial fama el de pollo de campo. Postres caseros como tarta de queso o de chocolate para terminar. No falta tampoco el mítico pijama un postre hecho con una selección de especialidades, algo muy popular en las ventas a finales del siglo XX. El local conserva el estilo de las ventas de carretera con una decoración sencilla, manteles de papel y raciones nada minimalistas. Los días laborables sirven menú del día.

Precio: Entre 10 y 20 euros.

Vista exterior del establecimiento. Foto: Cosasdecome

 

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