La taberna abrió el 25 de noviembre de 2010. La iniciativa es de Carlos Pérez-Figuier y Blanca Santana, que decidieron dejar el sector inmobiliario en el que trabajaban para poner en marcha el local. Más información, aquí. En la actualidad sigue a cargo del establecimiento Carlos Pérez-Figuier.

Sitio con encanto. Hay que irse un cuarto de hora de antes de tapear para recrearse en las paredes y en las vitrinas del local, atestadas de detalles simpáticos y de objetos antiguos, la mayoría de ellos referente a los vinos. Tan sólo los tienen de la provincia, amplia colección de jereces y tintos, blancos y rosados de Cádiz. Tienen barra, algunas mesas y una pequeña terraza exterior. Para comer el repertorio varía en función de la temporada, siempre con mirada hacia la cocina de la tierra y el repertorio tradicional. No tienen carta, sino que lo que hay se expone en las pizarras que hay por las paredes y en la puerta del establecimiento. En invierno, cuando hace frío, no falta el puchero y luego el surtido de croquetas, donde se incluyen las realizadas con la carne de este. Los revueltos también funcionan bien. En temporada tagarninas esparragás. El codillo guisado cuenta con muchos adeptos como el gallo a la plancha. Todas las tapas muy cuidadas en presentación, incluida la vajilla. En verano tienen salmorejo hecho a la manera cordobesa con tomate y sin vinagre. En invierno lo sustituyen por la sopa tomate.

Horario: De mediados de octubre hasta finales de junio abre en horario de tapeo al mediodía y por la noche de miércoles a sábados. Los domingos sólo abre al mediodía. En julio, agosto, septiembre y hasta mediados de octubre, abre todos los días, excepto sábados, domingos y lunes al mediodía.