Gabriel Sánchez Lucena puso en marcha la venta, que ahora regentan sus hijos, en el año 1976. Precisamente uno de ellos, Manuel Sánchez Moreno, es el que ahora regenta el restaurante.
Típica venta de carretera de la provincia de Cádiz, que, con el tiempo, ha ido evolucionando hacia restaurante. De todos modos conserva rasgos de estas como la estética rústica y también la venta de productos que se exponen en la zona de barra. Conserva también otra de las características de estos establecimientos como son los desayunos. Además de la barra, donde se puede tapear, el establecimiento cuenta con un salón interior con capacidad para unas 50 personas, otro privado y una terraza acristalada, en la que también se puede tapear. En lo gastronómico la estrella de la casa son las carnes a la brasa, que se hacen en un horno a la vista del público. Tienen retinto, buey y ternera gallega o de Avila. Lo más demandado los chuletones. Además cerdo ibérico y cordero y, por encargo cochinillo. La carta se completa con chacinas traidas desde Huelva, lomo en manteca hecho por ellos mismos y guisos caseros que van cambiando en función de la temporada. Cuentan también con una carpa para celebraciones con capacidad para 200 personas, aparcamiento y zona de juegos infantiles.