Horario: En julio y agosto abren todos los días y para almuerzos y cenas. Desde septiembre y hasta finales de junio abren también todos los días, excepto lunes que cierran. En este periodo solo abren para almuerzos. Vacaciones desde después del puente de diciembre hasta el 15 de febrero. Admiten reservas por teléfono, excepto en julio y agosto que hay que acudir al establecimiento para reservasr mesa.
El sitio abrió en 1958 y es toda una institución en la zona. Lo pusieron en marcha Isidoro Otero y María Ariza, a los que luego relevarian sus hijos y ahora sus nietos Carlos e Isidoro Barranco Otero, que gestionan actualmente el establecimiento.
Al sitio se llega por una carretera que conduce también a la playa. Cerca hay un aparcamiento muy amplio, aunque en verano es complicado encontrar sitio.
Las vistas son espectaculares. Está junto a las ruinas romanas de Baelo Claudia, que se ven desde la terraza y al pie de la playa de Bolonia. El local tiene dos salones y luego una amplia terraza, en total capacidad para unas 150 personas. Se come a base de raciones y medias raciones para compartir. La oferta es más bien de cocina clásica con aliños y ensaladas, frituras, revueltos y pescados a la plancha, con algunas incursiones en el atún rojo de almadraba de la zona. Lo más famoso de la casa su ensaladilla de gambas, las croquetas de chocos en su tinta, un plato en el que fueron uno de los pioneros de la zona y el atún encebollao. Postres propios y amplio horario de cocina.
Precio: Entre 10 y 20 euros por persona.
El atún encebollao
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