Aunque no lo tienen seguro, Jesús Cózar, el actual propietario del establecimiento calcula que este pudo comenzar a funcionar a finales del siglo XIX o principios del XX. Antonio Cózar Lamela, el padre de Jesús, fue el primero de la familia que lo tuvo. A él se le debe el nombre.
Se trata de un pequeño despacho en el que se hacen churros y patatas fritas de las de churrería. El público compra desde la calle ya que el mostrador se sitúa en la puerta del establecimiento. Tanto los churros como las patatas se hacen con métodos artesanales. Desde el año 2010 ofrecen también servicio a domicilio de churros.
Y aquí un video del establecimiento:
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