Juan Manuel Abelenda y Antonio Soria Romero fueron dos de las víctimas de la reconversión industrial de Astilleros, la que ha sido la principal industria de la ciudad. Tras ejercer como camareros durante una primera etapa aprovecharon la ocasión para montar negocio propio y en 1989 se hicieron cargo del Bar Las Golondrinas, junto al mercado de abastos donde se hicieron famosos por sus desayunos con molletes. En 2002 ampliaron negocio y se hicieron con un nuevo local situado en la misma plaza pero más amplio. Ahí continúan su actividad.
Mesón de estilo rústico dividido en dos estancias, un comedor para comer a base de raciones y platos y luego una barra con contrabarra. En el exterior una concurrida terraza frente a la plaza de abastos. En lo gastronómico tienen una carta amplia tanto de bar como de restaurante donde hay opciones para todos los gustos. Al mediodía y por la noche las opciones son muy variadas. Triunfan opciones un brick de pasta con un relleno de tres tipos de quesos en su interior y luego bañados con salsa al Pedro Ximénez. También gusta el paté de cabracho, un solomillo de cerdo que guisan con un poco de ajo, taquitos de jamón y vino blanco, el guiso de rabo de toro, el bacalao que hacen con tomate o unos medios molletes que sirven con foie, lonchas de jamón ibérico y manzana asada. También elaboran un “antojo” de papas fritas con un tomate casero y huevo frito en lo alto. No faltan tampoco platos típicos de Puerto Real como las almejas, los chocos que sirven a la plancha o un amplio apartado de revueltos. Los postres también son caseros.

Precio: Las tapas son de tamaño generoso y se puede comer perfectamenet con dos, por lo que el precio es menor de 10 euros.