Calle Calderón de La Barca, esquina con García Gutierrez. (ver en el mapa)
Local con cierto toque romántico situado cerca de la plaza de toros de La Línea. Tiene dos salones, el primero de ellos con barra. La decoración, colorista, es a base de cuadros y en las mesas, además de unos pequeños manteles individuales hay flores colocadas en botellas.
El local se puso en marcha en el año 2010. Juan Gil Rojo se encarga de la atención al público mientras que su hija Isabel Gil, titulada por las escuelas de hostelería de San Roque y la Taberna del Alabardero de Sevilla, se encarga de la cocina. En noviembre de 2020 han anunciado su cierre temporal a causa de la crisis del Coronavirus.
Se come a base de tapas y platos para compartir de aire innovador. Todas las semanas hay sugerencias y algún plato que se cambia de la carta. Los platos más solicitados son dos «trampantojos», uno que se hace simulando un tomate relleno de un paté de foie y otro que parece ser un puro y que es un crujiente con morcilla y piñones.
También muy solicitado un cochinillo que presentan en un taco deshuesado y deshilachado, pero muy jugoso y el bacalao.
Postres propios y carta cuidada de vinos.
El tomate de foie, el lingote de cochinillo, el pulpo asado, el brownie de chocolate con peta zetas
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