El establecimiento existe con este nombre desde hace décadas, aunque había cerrado. Dos socios con experiencia en la hostelería Pedro Carlos Fernández Nieto y Abraham Castro Jiménez, lo reabrieron tras reformarlo a finales de octubre de 2020 para darle unos aires más marineros.

En el establecimiento se sirve comida tradicional, mucho marisco (gambas de Huelva, langostinos de Sanlúcar…) guisos caseros y algunos platos típicos de la gastronomía lusa, como el Bacalao dorado, porque el primer cocinero que tuvieron era portugués. Con el tiempo han ido incorporando pescados fritos y más variedad de tapas.

El establecimiento cuenta con salón y con una terraza en la plaza interior trasera al convento de Capuchinos. En julio de 2021 han abierto justo al lado un freidor, el Divina Pastora (más datos aquí).