Paco Trujillo y Joaquina Medina pusieron en marcha el establecimiento en año 2003. El sitio es muy conocido en la ciudad y un clásico para comer churros en el centro.
El establecimiento es muy pequeño. Tan sólo tiene barra y un comedor con apenas media docena de mesas. Fuera, en la terraza, un par de ellas más. Su principal atractivo son los churros que elaboran ellos mismos en el establecimiento. Tienen tanto de los finos (de patata) como de los gordos (gordos, de masa o de rueda). Los sirven en platos pero también se pueden pedir para llevar. Además tostadas con diferentes tipos de pan, entre ellos el pan macho de Tarifa, una variante del pan cateto y que se sirve en rebanás.
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