Chiringuito con encanto en la playa, en la zona centro de Zahara. El establecimiento es un clásico y comenzó a funcionar en 1989 como bar de copas. En 2005 es ya cuando empieza como restaurante bajo la batuta de Pilar Calle Aragón en la cocina y Diego Lopez Iglesias como gerente
El sitio conserva el encanto de los antiguos chiringuitos y desde las mesas, situadas a pie de playa se ve el mar. Cuentan con un patio, bastante amplio, donde hay una higuera que se ha convertido en el símbolo del local. En lo gastronómico se come a base de platos y raciones. Prestan mucha atención al cuidado del medio ambiente en todos los aspectos de la gestión. La propuesta gastronómica es clásica con importante presencia del atún y otros pescados. Hay también guisoteo. Una de las características del sitio es que no reservan mesa. De hecho no tienen teléfono. Si se va y no hay sitio se puede uno apuntar a una lista de espera y te llaman cuando tienen la mesa lista.
Tienen algunos platos curiosos como el «maligimo» y el «guenijimo» de atún, dos tostas realizadas con atún rojo de almadraba que presentaron en los primeros concursos de la ruta del atún de Zahara y que se quedaron en la carta por lo que gustan a los clientes. Otra particularidad es que las papas aliñás, muy suaves de aliño, pero con muy bien punto de cocción, las condimentan con atún en conserva elaborado por ellos mismos. Tienen también un apartado en la carta dedicada a guisos zahareños. Postres de elaboración propia y carta de vinos con muy pocas referencias.
Precio: Entre 20 y 30 euros por persona.
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