Pepe Ramirez, el actual gerente de este popular establecimiento sanluqueño cree que el local se abrió antes de la década de los 50. En principio funcionó como un ultramarinos que tenía un bar. Lo puso en marcha Juan Antonio Rodríguez Morante y el sitio se conocia como «El Morante». Pepe Ramirez comenzó a trabajar en el establcimiento con 17 años. Fue en torno a 1985 o 1986 cuando Ramirez se hizo cargo del local, que dejó de ser ultramarinos para ser sólo bar, aunque sin cocina.
El sitio es de esos con encanto. Tiene una barra amplia y algunas mesas. No hay terraza. En el local llaman la atención unos grandes espejos que comparten decoración con las paletillas de jamón que cuelgan del techo. La escena se completa con barriles de manzanilla de varias marcas de prestigio. En lo gastronómico desayunos muy cuidados con paletilla de jamón cortada a cuchillo, chacinas o algunas mantecas. Tienen varios tipos de panes para rellenar como los famosos molletes de Antequera. Al mediodía y por la noche tapeo a base de chacinas ibéricas, conservas, quesos y ahumados. Los ibéricos vienen de la prestigio firma Gabriel Castaño de Cumbres Mayores (Huelva). Los productos también los preparan para llevar.
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