El local, según los cálculos de sus actuales propietarios, se fundó en la década de los 30 del siglo XX. Se llamaba entonces Casa Clemente en honor a su propietario. Era un despacho de vinos con cuya actividad siguieron luego sus hijos Clemente y Manolo.

En el año 2000 lo coge su actual propietario Juan Ballen que optó por convertirlo en una coqueta taberna: Jamones en el techo y unas curiosas pajareras antiguas colgadas de la pared. En unas estanterias descansan también quesos que traen desde Valladolid. Unos vistosos azulejos decoran la fachada. Además de la barra tienen una amplia terraza exterior en la plaza de San Roque.  Se come a base de tapas y raciones. Desde unos burgaillos para comenzar el tapeo hasta un buen bocadillo de jamón cortado a cuchillo para desayunar. Juanito también tiene su plato famoso, el solomillo al jamón, un plato de esos que te dejan “jipato” con unas rodajas de pan sobre las que se colocan un filete de solomillo de cerdo y una loncha de jamón. Para acompañar papas fritas de verdad, pimientos y cebolla (la foto del plato se puede ver arriba).

En el año 2020 han puesto en marcha en la misma plaza El Costurero, una pequeña taberna donde sirven tapas frías con terraza para picar también en la misma plaza.

La terraza del bar Juanito. Foto: Cosasdecome