El local comenzó a funcionar como tabanco (tienda de vinos) en el año 1937. Lo puso en marcha José Ferreira García, más conocido en Sanlúcar como Joselito El Colorao. En el establecimienbo trabajaba Carmen Sánchez que se encargaba de freir el pescado que regalaban con las copas de vino. El Colorao dejó el local, uno o dos años después y Juan Gálvez, el esposo de Carmen, le propuso que el y su esposa siguieran regentando el establecimiento. En la década de los 80 toman el relevo sus hijos Luis Antonio y Juan que convierten el establecimiento en bar. En la actualidad son Luis y Antonio, al morir Juan, los que siguen comandando el establecimiento ya ayudados por la tercera generación de la familia.
El sitio está decorado de forma funcional, con azulejos a media pared y motivos taurinos, y tiene dos amplio salones con capacidad para unas 300 personas, además de una pequeña terraza y una zona de barra. Se come a base de tapas, medias y raciones con aliños, algo de marisco y, sobre todo, pescado frito. También muy conocido el arroz. Admiten reservas. Ofrecen celebraciones y preparan los platos para llevar.
Precio: Menos de 10 euros por persona.
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