Francisco Manuel Portillo Tenorio, conocido como el gitano rubio, se hizo cargo del establecimiento en el año 1991. De todos modos, según sus cálculos, el local existía desde la década de los 50 del siglo XX, primero en un local situado enfrente junto a una antigua fábrica de gaseosas. Sus pequeñas dimensiones le dieron el nombre de Echate Paya. Francisco mantugo el nombre aunque ha variado notablemente tanto la estética como el estilo gastronómico del bar.
Francisco Manuel Portillo es sin duda alguna el que da personalidad a este establecimiento con estética de taberna, con azulejos blancos hasta media pared y a juego con la barra que está llena de los productos del dia que trae Portillo, desde pescados y mariscos hasta carnes. El y su cuñada se encargan de todo, de antender al público y de la cocina. Además de la barra hay un par de mesas, contrabarra y otras dos mesas en la terraza. Se come a base de platos y tapas. La carta es amplia, más de 40 propuestas y que abarcan desde los pescados y los mariscos, tanto simplemente cocidos o fritos como en algún guiso como a las carnes. También espárragos en temporada y guisos de la zona que van cambiando. Famosos sus pinchitos de cordero y también unas costillitas de este mismo animal que aliñan y luego empanan. Buena oferta de vinos. Admiten reservas.
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