Antonio Lamolda Hoces funda el negocio el 17 de diciembre de 1996, transformando un local dedicado a juegos recreativos. Posteriormente, en 1997, añadiría un segundo establecimiento en la calle Calderón de la Barca, junto al restaurante Asador de La Isla, también propiedad de la familia. A la gestión del negocio se han incorporado dos hijas, Elizabeth y Nuria Lamolda Tejedor.
Los dos locales del grupo son amplios y tienen barra para tapear y luego mesas donde, además de las tapas, se sirven las estrellas de la casa, las baguett, bocadillos realizados con este pan de tipo francés, crujiente, fino y de poca miga, que rellenan de más de 50 formas diferentes. Los Lamolda fueron pioneros en traer este tipo de negocios a la Bahía de Cádiz. En San Fernando existían establecimientos especializados en bocadillos pero no con este tipo de pan. El local de la Calle Real cuenta también con una agradable terraza donde sirven desayunos. Las especialidades de más éxito son el serranito (bocadillo con filete de cerdo, jamón ibérico y pimiento verde), el bocadillo de sandwich de pollo o el chicano, una creación de la casa con carne picada picante, tomate y huevo. También hay propuestas llamativas como un bocadillo de paté de cabracho con salmón y mayonesa o un tiburón para los más hambrientos ya que lleva tortilla de patatas, hamburguesa y pimiento frito. También muy solicitadas las “patatas de la isla” un plato de patatas fritas con una mezcla de quesos por encima, más bacon y mayonesa. A domiciliio no sólo sirven bocadillos sino también ensaladas, platos de chacinas, revueltos, hamburguesas e incluso guisos como menudo, carrillada ibérica, carne al toro o pescado a la roteña.
El otro local está en la calle Calderón de la Barca número 9. El teléfono y el horario es el mismo que el de la calle Real.
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