El Laúl de El Puerto ofrece en su carta platos singulares: un pulpo en tomate cuya elaboración incluye tres horneados, un souffle hecho al momento y un minicruasan picante de codillo.

 

El Laúl de El Puerto ofrece en su carta tres platos originales que están sorprendiendo a sus clientes y se están convirtiendo en los más demandados: un pulpo en tomate que pasa hasta tres veces por el horno, una souffle que se hace al momento y un croissant picante con codillo.

El primero es la Cazuela de pulpo con tomate al horno y calabaza con parmesano y coscorrones, el que aparece en la imagen superior. Se trata, explica el cocinero Yayo Silóniz, de un plato que buscaba ser una alternativa al omnipresente pulpo a la parrilla. Han apostado por guisarlo en un tomate. La receta comienza metiendo el tomate al horno para después cocinarlo con cebolla, ajo… Cuando se incorpora el pulpo, el plato vuelve al horno durante dos horas, y cuando el cliente pide el plato, se vuelve a meter en el horno, ya con puré de calabaza, y se gratina con queso parmesano. El sabor es «muy intenso y característico», explica, y el resultado ha «sorprendido». Es un plato que, según recomienda el establecimiento, marida bien con un Amontillado o un Oloroso.

Este plato es de los que mejor está funcionando de la carta que se renovó tras la Navidad. Otra receta que está destacando es el Minicruasan picante de codillo de cerdo, curri delhi y manzanas salteadas con Palo Cortado. El cruasan se elabora en La Cremita de Chiclana, y va relleno con un codillo cocinado con curri elaborado en el establecimiento.

Souffle según mercado con helado en El Laúl de El Puerto. Foto cedida

Entre los postres hay uno que llama la atención a sus clientes, que se sirven en edición limitada y que hay que pedir al tiempo que los entrantes: el Souffle según mercado con helado. Es un postre que hay que pedir al principio de la comida porque se hace al momento y tarda unos 20 minutos en el horno; y sólo se elaboran seis o siete por servicio porque no puede preparar de un día para otro.

Lo hacen de fruta o de frutos secos, normalmente de mango o pistacho, pero también de plátano, por ejemplo, y se corona con un helado de un sabor que lo complemente, como de chocolate o nata. Es un postre muy difícil de ver, por la inmediatez que requiere y porque es muy delicado; si no se consigue al textura característica, no es agradable de comer. Sin embargo, se propusieron como reto incluirlo en la oferta fija del establecimiento «porque nos gusta mucho» y después de muchas pruebas lo incluyeron en la carta. Ahora es de los favoritos de los clientes, a los que recomiendan comerlo acompañado con un Medium o un Cream.

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