El bar del Partido Comunista de Sanlúcar mantiene en su retorno la misma línea que instauró la familia Camacho donde el pescao frito manda por encima la política
El bar del Partido Comunista de Sanlúcar trasciende al posicionamiento político. Lo hace con un pescado frito que se ha hecho famoso dentro y fuera de la localidad que se come bajo la mirada de La Pasionaria. Con la marcha de Tomás y Miguel Ángel Camacho del negocio, comienza una nueva etapa de la mano del matrimonio formado por Cristóbal Pérez y Sandra Tarrío, que siempre han estado dedicados a la hostelería. Él ha trabajado en la taberna Los Caracoles de la misma localidad, mientras que Sandra lo hizo justo frente al negocio que ahora regenta, en el Bar El Conejo, y luego estuvo en un negocio de comida preparada. Ambos se dedican ahora exclusivamente a este exitoso bar donde sabían que era apostar «a caballo ganador».
Sandra Tarrío y Cristóbal Pérez en su bar. Foto: Cosas de Comé
Tras un mes cerrado aproximadamente, los vecinos ya estaban ansiosos por el regreso de la cocina del conocido como Bar del Partido Comunista, ya que es la cantina de la sede de Izquierda Unida y ambos están en el mismo edificio. La decoración está dedicada a líderes históricos del partido como Dolores Ibárruri ‘La Pasionaria’, Marcelino Camacho, Julio Anguita, y José Luis Medina Lapieza, que fuera alcalde de Sanlúcar entre los años 1978 y 1987. También hay un retrato que homenajea a la actual alcaldesa, Carmen Álvarez Marín, miembro de la formación política.
Pero cuando a comida se refiere, no hay tensiones políticas (salvo algún comentario en tono de broma). Los clientes esperan a la apertura de la cocina a la una de la tarde para degustar platos de cocina popular que no pasan de moda y a buen precio. Lo más demandado, el pescado frito, con una materia prima que traen fresca a diario directamente de la lonja, manteniendo la misma línea que estableció la familia Camacho cuando el restaurante pasó de ser un bar a un restaurante con cocina hace unos quince años. Y el marisco, que no puede faltar en la zona. Entre semana trabajan unos 30 kilos de pescado, una cantidad que se triplica durante el fin de semana. Boquerones, acedías, salmonetes… que hay que limpiar de buena mañana y dejar listo para el mediodía. La vista de las cajas llenas, recién llegadas, habla del trato que le dan a este producto e incluso abre el hambre aunque esté crudo. El pescado marca el horario del bar, que cierra los domingos por la tarde y el lunes, y se toman las vacaciones con el paro biológico.
Interior del Bar del Partido Comunista antes del frenesí del almuerzo. Foto: Cosas de Comé
Además de la fritura, están sus papas aliñás, unos huevo de chocos frescos que hacen a la plancha con salsa verde y patatas panaderas, montaditos, tomate aliñao… Aquí no hay cocina fusión, ni se la espera, ni la necesitan, porque desde bien temprano la terraza, si el tiempo acompaña, se va animando con esta simple pero deliciosa oferta.
Cuenta el matrimonio que el primer fin de semana se quedaron sin pescado por la gran afluencia de público que esperaba la reapertura de Bar del Partido Comunista. La clientela, dicen, les ha felicitado por mantener los motivos que han dado fama a este rincón de la plaza de la Paz. El personal es nuevo en esta etapa, salvo un camarero, ya que el resto decidió buscar otros caminos profesionales.
Horario, teléfono, carta y más sobre el Bar del Partido Comunista
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