El Bar Gonzalo de El Puerto inicia una nueva etapa... pero sin perder de vista el pescaíto

Sonia Arjones y Ana Martín Ramos gestionan ahora el veterano establecimiento portuense, en el que han introducido algunas novedades.

El famoso Bar Gonzalo de El Puerto acaba de iniciar una nueva etapa, que llega con novedades pero que no renuncia a conservar el pescaíto frito que tanta fama ha dado a este establecimiento.

La nueva gestión está a cargo de Sonia Arjones y de Ana Martín Ramos. Sonia es una cocinera con una amplia experiencia: ha pasado por Aponiente, y su último trabajo estuvo en Toro Tapas. Tras este último trabajo, decidió emprender por su cuenta, y durante el último año ha estado buscando el local adecuado para ello.

Sonia Arjones y Ana Martín, en una imagen cedida.

Precisamente, fue una amistad forjada en los tiempos de Aponiente la que le ha llevado a encontrar la ubicación adecuada. En el restaurante de Ángel León coincidió con Lorena Ganaza, hija del fundador del Bar Gonzalo y su gerente durante algún tiempo; a ella le sucedió uno de los antiguos trabajadores, que decidió cerrar el pasado mes de enero. Lorena avisó a Sonia de que el Bar Gonzalo buscaba un nuevo dueño, y Sonia y Ana decidieron hacerse con el negocio; Sonia lleva la cocina y Ana, la sala.

Aunque ya tenían un nombre elegido para su proyecto propio, decidieron no cambiarlo por respeto a la historia del local. Tras una puesta a punto y realizar algún cambio en la decoración, abrieron el día 13 de abril.

Tortillita de camarones. Fotos cedidas.

La cocinera explica que han conservado el que siempre ha sido el principal atractivo gastronómico del Bar Gonzalo, su pescado frito, elaborado con «buen pescado fresco, de calidad». Aunque algunos de los antiguos platos han desaparecido, volverán de vez en cuando en forma de sugerencia. Además, han abierto el abanico, con la incorporación de un par de platos de carne para dar respuesta a todos los gustos.

Entre las nuevas incorporaciones, una Ensalada de tomate y camarones que Sonia considera «un platazo» o unos fideos con gambas en cazuela. Con respecto al formato, hay algunas elaboraciones que solo se sirven en platos, pero el resto están disponibles en tapas y en ración.