+21 es el nombre de la Escuela de Hostelería y restaurante que sirve para formar a personas con Síndrome de Down y acaba de arrancar en la capital hispalense. El cocinero chipionero Dani Martínez asesora al restaurante y se integra como profesor en la Escuela

La Fundación +21 acaba de poner en marcha un ambicioso proyecto para la integración laboral de las personas con Sindrome de Down, la creación de una Escuela de Hostelería con restaurante.

La formación teórica se hace en la Fundación Valentín de Madariaga y las prácticas, en el Restaurante +21 Villa Carla, situada en un chalé de la Exposición de 1929 en el Barrio del Porvenir que era antes el restaurante vasco Escada. El restaurante no sólo sirve para que los alumnos completen su formación, sino también como fuente de ingresos para el proyecto. Actualmente, el establecimiento está abierto para cumplir con los múltiples compromisos, y a partir del 6 de noviembre abrirá al público en general lunes, martes y miércoles por la mañana, y los jueves, viernes y sábado también por la noche.

La carta, que recupera los sabores andaluces aunque con toques novedosos de cocina internacional y una presentación moderna, es obra de un cocinero gaditano: Daniel Martínez. Explica que llegó a conocer a este proyecto a través de una empresa también gaditana, Saga 3, que habló de él como la persona ideal para integrarse en +21. La misión de Martínez Barrero va más allá de diseñar la carta del restaurante o supervisar su organización. También se encargará de dar clases teóricas a los alumnos. Aunque ha dado impartido cocina a una diversidad de colectivos, explica, es la primera vez que formará a alumnos con síndrome de Down, una labor que asume con ilusión.

La que imparte la fundación es una formación no reglada con una adaptación curricular específica para el colectivo, con una duración de tres años. «Desde el primer día los alumnos aprenderán con módulos visuales y teatralizados todas y cada una de las tareas básicas de un restaurante, supervisados por un tutor que potencia las habilidades innatas de cada alumno en las distintas áreas de formación en cocina y sala. Durante el segundo año los estudiantes realizan la especialización de los módulos en los que destacaron durante el primer grado, realizando desde ese momento prácticas reales en jornadas parciales tuteladas en nuestro Restaurante +21. En el tercer año, los estudiantes están preparados para hacer sus prácticas en hoteles y restaurantes con los que tenemos un convenio de colaboración. Donde se hace un programa de arranque, para que el personal y mandos con los que va a trabajar el alumno estén preparados para recibir a nuestros alumnos, seguimiento de la evolución del alumno y resolución de dudas a los tutores del mismo en sus prácticas», describen desde la Fundación.

Algunos alumnos, los más aventajados porque tenían ya alguna experiencia en cocina o en sala, han participado ya activamente en los primeros servicios del restaurante. Unos inicios que, según indica Martínez, han despertado una gran expectación en Sevilla, donde el cocinero es muy conocido por participar en el programa televisivo ‘Cocina con Dani’.

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