El Colegio Argantonio de Cádiz ha organizado un concurso entre su alumnado para encontrar la mejor receta: se trata de una búsqueda de las raíces culinarias que se integrará en el menú del centro en mayo

«Todos tenemos en casa una receta que nos gusta sobre otras. Algunas las saboreamos sin saber que han pertenecido a nuestras familias desde siempre y que no deben perderse por ser parte de nuestra tradición y de nuestra riqueza gastronómica», explica Hilda Martín, jefa de Estudios del Colegio Argantonio de la capital gaditana. El centro se ha lanzado a la búsqueda de esas raíces culinarias en los hogares de sus alumnos a través de un concurso.

Para participar en este certamen, los alumnos usuarios del comedor recogen recetas de sus casas y las introducen en unas cajas que se han habilitado en la propia cocina. La receta que se considere ganadora se elaborará durante el mes de mayo, pasando a formar así parte del menú escolar.

La propuesta se apoya en dos fudnamentos: en primer lugar, en el interés del centro en fomentar el interés de los estudiantes por la gastronomía, y en segundo, en las posibilidades que ofrece disponer de un servicio de comedor propio.

Lo primero, explica Hilda, se expresa a través de  talleres y actividades que le gustan mucho a los niños como el Mercado de Abastos el día de Tosantos, talleres de galletas y postres o el desayuno andaluz, entre otros. Lo segundo, el servicio de comedor propio -sin que medie una empresa de catering- «es algo que nos diferencia y distingue de muchos centros», explica.

El comedor escolar ayuda a prolongar la permanencia de los escolares en el centro «y supone un medio idóneo para el desarrollo de los valores de convivencia y solidaridad. Ofrecemos una dieta sana y rica que garantiza la salud y el crecimiento. Además educamos en hábitos nutricionales». Además, este servicio responde a la demanda de muchos padres para hacer compatible su horario laboral con la permanencia de sus hijos en el colegio.

La doctora María del Valle Trujillano, médico escolar y especialista, es la responsable de hacer los menús de acuerdo a «un compromiso con las familias por la alimentación saludable». En esto precisamente se basa el concurso de recetas: en hacer protagonista a alumnos y alumnas de la elaboración de los menús, «integrándolos en el placer y el gusto por la comida, por la elaboración de las mismas y por la compra de productos de calidad», concluye la jefa de Estudios.

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