Así se come en el acogedor establecimiento abierto por Raúl Cueto de Arsenio Manila con Elías Saavedra en la céntrica calle Nueva de Cádiz.

 

Tortilla de patatas, dobladillo de caballa, quesos, embutidos… prácticamente, la historia de la tapa gaditana, en un establecimiento coqueto, nuevo y reluciente, donde brilla el dorado del latón y los azulejos.

Vista panorámica del local. Foto de Cosasdecomé.

Casa Angelita es la nueva apuesta de Raúl Cueto (Arsenio Manila, Nahu Beach, Bebo Los Vientos) y su socio Elías Saavedra, el hijo de la Angelita Cofiño que da nombre al local. La idea es la tradición, y el encargado de escenificarla ha sido el interiorista Gaspar de Sobrino. En local está en una calle que se está animando mucho en lo que a gastronomía se refiere, Nueva, donde estaba el Bar Pepín. No es grande. Fuera hay varias mesas. Dentro, una barra de mármol con doble altura y una pequeña contrabarra. En las paredes destacan alacenas con productos (algunos de ellos de Cádiz, como los de Aromas de Medina, de Herpac o de Conservas Cantizado de Paterna), entre unos curiosos paneles elaborados con cuerda y corcho. Además de los dorados, predomina el blanco de los azulejos, el azul de las maderas y el color barro de las baldosas en forma de abanico que componen tanto suelo como techo. Al sitio no le falta un perejil: a medida que la comida va desapareciendo de los platos se puede observar cómo en su fondo aparece algún elemento relacionado con la decoración del local o el propio nombre. Más datos sobre la decoración y la idea del negocio aquí.

Pero aquí se viene a comer, por lo que habrá que concentrarse en la carta. Al frente de las cocinas está Lole Hedreda, a quien ya conocemos de El Lucero en Cádiz, el Campero de Barbate o Sopranis en Cádiz (tienes más información aquí). Casa Angelita ofrece, para empezar, unas cuentas elaboraciones frías. Las hay sólo por tapas (gilda, sardina en arenque, la anchoa 0.0 Salanort, papas aliñás, sardina en vinagre de tomate y salmorejo; los espárragos de Navarra van por unidad). Judiones y choco aliñados y la ensaladilla de gambas se pueden pedir por tapa o plato, y el resto son platos: mejillones en escabeche, paté de mejillones, tartare de atún rojo, chicharrón de atún rojo y micuit de turrón. La parte fría se cierra con dos tablas, de quesos y de ahumados.

La ensaladilla: al pegotón y al banderillero

De esta sección probamos la ensaladilla, que resulta estar servida al pegotón y coronada «al banderillero» con dos picos largos, según el canon establecido en la ciencia del ensaladillismo (más información aquí). La receta lleva un salsa de la marca catalana Espinaler a base de vinagre, pimienta negra y pimentón, además de otras especias. De esta misma marca, por cierto, también tienen los vermuts.

El reloj que marca las tortillas

Pasamos a la parte de cocina caliente y nos encontramos para empezar con una tortilla con horario: se trata de un tortillón y sale a las 10:00, a las 13:00 y a las 20:00 horas. Es el ejemplar que pedimos en formato tapa, y que se puede ver en la foto:

La tortilla. Foto de Cosasdecomé.

También hay tortilla al Xerez, lomo en manteca colorá «atemperá», pimientos del piquillo confitados de Lodosa, alcachofas salteadas, habitas baby con salchichón y yema, gambas al ajillo, ropavieja con garbanzos y tomate y puerros a la plancha. Todos los platos se sirven en una única ‘talla’. Más cosas calientes: pulpo a la gallega, albóndigas de ternera y ricotta, lomo de bacalao desalao al pil pil, lomo de bacalao desalao gratinado aliolio y una última elaboración con el nombre de Kokotchas comunistas de bacalao, que son las que aparecen en la foto a continuación.  El de la kokotcha no es el único bautismo llamativo de la carta: también hay unas patatas bravas «independentistas».

Las kokotchas comunistas.

Los nombres tienen su explicación: lo de las kokotchas es porque ese es el nombre de esta receta de Martín Berasategui y se debe a que lleva pimientos del piquillo que colorean su salsa. Lo de las patatas bravas -que también llevan salsa Espiner- se refiere a que son bastante fuertecillas «y cuando te las comes te quedas solo», explica Cueto.

La carta sigue con unos huevos con bechamel, gambas con gabardina, tempura de espárragos, chocos fritos, adobo de cazón, adobo de pollo, huevas de caballa en tempura (la foto que viene ahora), croqueta de jamón ibérico y pavía de bacalao. Después están los montaditos y los montaditos especiales, un buen surtido en el que destaca el legionario (jamón ibérico y queso de cabra) o el famoso dobladillo inventado en el bar de la Punta San Felipe. Todavía hay más: una larga selección de conservas, semiconservas y ahumados (anchoas, mejillones, bacalao, caballa, atún…) y de quesos. Es la parte más de ultramarinos de toda la vida a la que recuerdan muchos detalles del local.

Las huevas de caballa.

También ofrecen cosas fuera de carta, y no falta la vitrina con mariscos; una de las sugerencias del día era, por ejemplo, unos mejillones aliñados con sake, a la japonesa. En todo caso, rematamos la faena con un cafelito, que venía con leche y tres amiguitos más: dos barquillitos y una teja, cortesía de la casa. En total, la ensaladilla, las huevas, las kokotxas, dos tapas de tortillón, el café, las bebidas (tres cañas y una manzanilla) y pan y picos, salió por 36 euros.

Café con barquillitos y teja.

La calle Nueva se ‘aplocia’.

A un lado de la céntrica San Juan de Dios está Plocia, una calle que se ha convertido en el epicentro tapatológico de Cádiz capital. Su continuación más allá de esta plaza es Nueva, una calle que le está pillando el gustito a lo gastronómico. Antes de la apertura de Casa Angelita fue la de Casa Sobrina. Y antes, San WichLa Vaca Atada y Joselito a la vuelta de la esquina… además, la oferta de la zona se animará aún más con la apertura de la ampliación de Frityes con un establecimiento de comida urbana, cuyas obras están en marcha.

La terraza en la calle Nueva, con flores de Pascua y todo.

Dirección, horario y más sobre el establecimiento, aquí. 

 

Pinche aquí para saber más.
Quiero probar los distintos sabores de un jamón