El pollo a la canilla del restaurante La Bodega
Tapa
El pollo a la canilla del restaurante La Bodega
Tapatólogo descubridor:
Población
Día de hallazgo
Descripción

Se sirve sólo, sin guarnición, tan sólo con unos ajos que se han frito junto a los pequeños daditos de pollo que, antes de servirse, han estado macerados de un adobo, que es lo que le da la gracia, aparte de su estupendo punto de fritura.

Es un plato histórico. Se comenzó a servir poco después de que se abriera el restaurante en el año 1983. Antonio García Saltares, el propietario de este establecimiento, comenta que este plato fue el primero caliente que pusieron en el local y lo “ideamos un poco entre toda la familia. Cogimos el pollo y le pusimos el amontillado que teniamos en la bota, como si hicieramos un adobo. Gustó tanto al público que se ha convertido en una de nuestras señas de identidad”. El nombre de “a la canilla” se le puso en honor al nombre del pequeño grifo que tienen los barriles para servir el vino.

Lo cierto es que el plato, treinta y cinco años después, continúa en la carta y ha sido ya imitado en multitud de establecimientos, convirtiéndose ya en una receta típica de la ciudad y de esas que pasan a la historia. La media ración sale a 5,50 euros (precio a junio de 2019).

Aquí puede ver la receta de este plato

El descubrimiento pertenece a la ciencia de:

En el seno de colegio Oficial de Tapatólogos se libró un amplio debate a la hora de poner nombre a la ciencia que estudia los diversos platos de pollo. Lo de ponerle Pollismo no resultaba muy adecuado por lo que se ha convocado un concurso de ideas entre los tapatólogos para nombrar a esta ciencia. El nombre seleccionado ha sido aportado por el tapatólogo Javier Osuna quien propuso el poético nombre de “Muslología”, un sentido homenaje al muslo, una de las partes más interesantes del cuerpo…avícola.

…Y para acompañar

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