Monumental ejemplar de cachopo que suele alcanzar el kilo de peso y que se sirve en una fuente blanca de esas que se utilizan habitualmente para los surtidos de pescados y esas cosas. El sujeto empanado ocupa practicamente todo el plato y a sus laterales va escoltado por unas papas de generoso tamaño fritas, unos pimientos coloraos a tiras pasados por la plancha y también por una ensalada mixta. Nosotros lo pedimos para dos y con todo nos costó trabajo terminar por agotamiento estomacal. El fenómeno cachopista va relleno con queso, en estado de licuado y jamón serrano. Estos dos productos van envueltos en unos generosos bisteles de ternera asturiana que resultan tiernos. El toque final es el empanado. Los aficionados pueden escoger entre tres variedades cachoperas: El normal, ya descrito, otro que lleva también de relleno huevo duro, espárragos y pimientos rojos y un tercer cachopo un poco de diseño que va con lonchas de cecina, en vez de jamón y queso de cabra.
El cachopo fue una de las especialidades de la terracina asturiana desde que Victor Manuel Alvarez y Ana María Martin abrieron su local, venidos directamente desde Asturias. El gigante cachopo se ha convertido en la estrella de la casa, aunque también tienen otras especialidades asturianas como la fabada o el chorizo a la sidra.
El cachopo sale por 17 euros (precio a junio de 2018)
De hacerlo se ocupa a diario la cocinera Angela Martin Pardo, la hermana de Ana. El pasado domingo 10 de junio hicieron hasta 30. Destacan que aunque lo normal es compartirlo «muchos clientes se atreven a pedirlo para uno solo. Si sobra se lo envolvemos y se lo pueden llevar», señala Ana María.
El cachopo se cotiza a 17 euros (precio a junio de 2018).
El descubrimiento pertenece a la ciencia de:
Gigantismo: Esta ciencia estudia los grandes fenómenos de la tapatología como desayunos de grandes rebanás, bocadillos espectaculares, chocos fritos de gran porte y esas cosas. Dentro del gigantismo el colegio ha decidido abrir el área del gigantismo apanrallado, una rama de la ciencia que estudia los fenómenos empanados de gran tamaño como San Jacobos, Anetos, Cachopos o flamenquines más largos que la vía del Ave de Sevilla a Madrid. También sería estudiable bajo la óptica del Sanjacobismo.
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