La ciudad elige el «prototipo» para su dulce típico, un proyecto que se desarrollará en los próximos meses y que finalizará con la puesta a la venta en las pastelerías de un pastel que la represente

Rota quiere tener un dulce que la represente y está dando pasos para ello. El último se produjo el pasado lunes cuando un jurado de expertos escogió el «prototipo» con el que se trabajará a partir de ahora. Al «casting» se presentaron cinco propuestas elaboradas por pastelerías y restaurantes de la ciudad y entre ellas se eligió una sobre la que ya se trabajará a partir de ahora.

El dulce elegido es una especie de bizcocho de yema adornado con frutos secos y en cuyo interior lleva una especie de corazón de crema de chocolate enriquecida con avellanas. Por encima el dulce, de esos que se comen en dos bocaos,  una mermelada de calabazas, uno de los productos característicos de la huerta de la ciudad.

Las cinco propuestas se presentaron, en un acto organizado por el Ayuntamiento de la ciudad en colaboración con los propios empresarios, a un jurado formado por expertos. Así estaba el pastelero de Aponiente Rubén García Chacón. Este estuvo acompañado por los hermanos José Luis y Francisco Mel, de la pastelería La Trufa de Puerto Real. Estos últimos han creado precisamente el dulce típico de esta localidad, «Piñorera».

También formaba parte del jurado Silvia Alcedo, más conocida como Megasilvita. Alcedo es una especialista de prestigio nacional en el sector de la pastelería creativa, un ramo en el que fue pionera en España y tienen una tienda en internet desde la que exporta a diversos paises europeos productos relacionados con la pastelería. Megasilvita ha trasladado sus instalaciones del centro de Rota al polígono empresarial donde tiene una nave tienda en la que vende sus productos (más información aquí).

El último miembro del jurado era el periodista especializado en gastronomía, Pepe Monforte, de la revista Cosasdecome.

El jurado destacó, al dar su veredicto, la calidad de las propuestas presentadas y señaló que la fórmula más lograda era la del dulce elegido. La cata de los dulces se hizo a ciegas sin que se supiera cual era el maestro pastelero que lo había realizado. De hecho la idea municipal es que no se sepa el autor del dulce.

Ahora, una vez elegido el prototipo, se mejorará la fórmula y se fijará para que pueda ser elaborada, con la misma receta, por las pastelerías y restaurantes de la ciudad. El trabajo se completará también con la creación de un nombre y también una presentación especial para el dulce con el objeto de convertirlo en un recuerdo de la ciudad que se puedan llevar los turistas.

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