Establecimientos con programas que avisan de cuando no hay existencias de un plato, pantallas de televisión para recibir los pedidos de las mesas en la cocina, máquinas que cobran y dan el cambio de forma automática, cartas que se muestran al cliente sin papel…son herramientas que empiezan a aparecer en los establecimientos de la provincia

En el restaurante La Fontanilla, en Conil, ya no hace falta que nadie grite por la terraza que se han acabado los chocos. Cuando se encarga la última ración disponible, en los terminales que llevan los camareros para coger los pedidos, ya sale un mensaje indicando que no hay existencias.

Cuando el camarero pulsa en su terminal, del tamaño de un teléfono móvil, una de chocos, inmediatamente en la cocina, en una pantalla situada en una columna, sale la orden indicando que hay que empezar a prepararla. El camarero puede escoger el momento en que pide cada ración para que así no salgan todos los platos a la vez.

Un sofware de hostelería similar está instalado en la Venta La Duquesa de Medina. Allí el grado de sofisticación es incluso mayor ya que el sistema permite ir ordenando los platos de uno en uno para que los aperitivos lleguen a la mesa uno tras otro, para que sean consumidos en su punto óptimo, sin que se junten varios a la vez. Incluso los cobros se realizan mediante una máquina que controla si los billetes son de curso legal y, además, ella misma expende el cambio exacto, sin que lo manipule ningún camarero.

En Jerez, el restaurante de los Hermanos Carrasco, un sitio de esos en los que siempre están hasta arriba y con una barra de tapas muy activa, también han optado por surbirse al «2.0». «Si queremos atender bien a un volumen tan alto de personas» no hay otra forma de hacerlo, señala Miguel Angel Carrasco, uno de los que regenta este establecimiento, uno de los locales de moda en Jerez.

En los Hermanos Carrasco de Jerez tienen un sistema que les permite controlar al detalle todas las mesas. Foto: Cedida por Vexel Marketing y Publicidad.

En los Hermanos Carrasco de Jerez tienen un sistema que les permite controlar al detalle todas las mesas. Foto: Cedida por Vexel Marketing y Publicidad.

Los tres establecimientos son clientes de la firma con sede en Conil Redeo, una de las que están implantando en España lo que se conoce como los restaurantes «2.0» en el que la tecnología permite controlar la gestión hasta el máximo detalle.

José Ramirez Pérez es el director de Redeo Sistemas y Comunicaciones. La firma funciona desde el año 2011, aunque su relación con el mundo de la implantación de sistemas informáticos de apoyo a la empresa es de 1999.

Ramirez señala «que esto no ha hecho más que comenzar. Hay una verdadera revolución en la implantación de estos sistemas de ayuda para la hostelería pero son tantas las ventajas que dan que cada vez son más los empresarios que los ponen en sus establecimientos».

Este software permite, por ejemplo, controlar desde el teléfono movil el negocio, aunque se está a cientos de kilómetros. Gracias a internet se puede conectar con cámaras colocadas en sitios estratégicos, con el almacén para ver las existencias de material, ver que se está facturando en el momento en que se hace la consulta o ver lo que están pidiendo los clientes. Ramirez señala que «estos sistemas permiten, por ejemplo, solucionar uno de los grandes problemas de los hosteleros y es tener que estar permanentemente al pie de sus negocios para que nada falle. Tenemos clientes que nunca se habían ido de vacaciones y ahora lo pueden hacer gracias a estos sistemas».

Ahora, mediante programas informáticos se puede controlar todo el establecimiento. «Se puede monitorizar todo» señala Ramirez. «Controlar cada mercancía desde que entra en el restaurante hasta que sale. Ver su rendimiento». Este experto en sistemas señala que uno de los problemas tradicionales de los bares es «el control de las existencias. En muchas ocasiones no se tienen localizados los productos. Se hacen pedido innecesarios o se quedan sin existencias porque no se controla lo que se tiene. Estos sistemas permiten controlarlo todo al milímetro y evitar pérdidas».

Pedro Pérez, que junto a su hermano Antonio, regenta el restaurante La Fontanilla de Conil destaca que » la implantación de estos sistemas nos permite trabajar mucho más rápidos, de forma más efectiva y controlando mucho mejor la materia prima, con el consiguiente ahorro de costes que esto supone. El cliente, que es una principal preocupación, se beneficia, porque el servicio es mejor y más rápido».

Otro de los problemas de los restaurantes que se ven solucionados con estos sistemas es el control del dinero. En este sentido se están empezando a implantar en la provincia unos cajones de cobro automático, unas máquinas que son las que guardan el dinero y controlan el cambio. El dinero que se introduce en la caja tiene que corresponderse exactamente con las facturas que se emiten, de lo contrario el sistema avisa. Las «bocas» por donde se introducen los billetes detectan con gran fiabilidad los billetes falsos. «Los cajones están conectadas por internet a una base de datos en continúa actualización y que registra cualquier cambio en la normativa de la Casa de la Moneda con lo que cualquier billete y sus características están guardadas y permite identificarlos sin fallos».

Las cajas tienen sistemas de seguridad para evitar robos. «Son verdaderas cajas fuertes» señalan desde Redeo. «Creemos que este software es la solución perfecta para gestionar y controlar de manera integral los restaurantes» destaca José Ramirez. «De esta manera se convierten en restaurantes 2.0. Además, beneficia también a los empleados y clientes finales por su agilidad, seguridad, eficacia y rapidez en el proceso.»

Pero la revolución sólo ha hecho comenzar. El próximo paso en el que ya se está avanzando es en las cartas «virtuales». El próximo avance será la supresión de las cartas en papel, por otras que irán en formato digital. El cliente las podrá ver por su propio teléfono movil o disponer de unas pantallas en el restaurante, las típicas «tablets» en las que podrán verse los platos y presentar la oferta gastronómica del establecimiento «de forma mucho más atractiva». El sistema está conectado a un almacén de existencias. Así cuando no haya existencias de un plato, esté no estará disponible en la carta. También se pueden actualizar los precios y las cartas sin que por ello se pierda una buena presentación.

«Ya tenemos los programas disponibles y los empezaremos a proponer a los clientes en las próximas semanas» indica Ramirez.

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Una de las novedades de los restaurantes 2.0 es que la caja donde está el dinero es automática. Foto: Cedida por Vexel Publicidad y Marketing

Una de las novedades de los restaurantes 2.0 es que la caja donde está el dinero es automática. Foto: Cedida por Vexel Publicidad y Marketing

 

 

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