Las ortiguillas, fresquísimas, han de lavarse a conciencia con agua abundante, repitiendo un par de veces los lavados. Trocearlas pacientemente (cuerpo y filamentos) para que se distribuya en la masa y reservar.

Las croquetas, empezando a oler.

Una misma cantidad de mantequilla que de harina para un litro de leche-nata, en este caso: 75/75 gramos, para hacer la roux. Derretir la mantequilla con un chorreón de aceite virgen. Rehogar el puerro bien picado y salpimentar. Paralelamente calentar la leche junto a la nata. Transcurrido unos siete u ocho minutos incorporar poco a poco y con varilla la harina tamizada. Una vez finalizado (no antes) añadir poco a poco con el cucharón la leche-nata hasta que vaya integrándose bien en una bechamel cremosa. Justo antes de integrar los dos últimos cucharones de leche, añadir las ortiguillas, el eneldo, la nuez, las semillas de cilantro (majadas previamente) y completar la bechamel, rectificando de sal. Enfriar y liar al método tradicional: harina, huevo y pan rallado. «¡Os garantizo que un escándalo!», asegura el autor.