Es un plato histórico. En su día, cuando se comenzó a servir en la primera mitad de la década de los 80 en el restaurante El Faro de Cádiz, fue todo un hito ya que hasta entonces no se había visto por aquí la combinación de almejas con espinacas y ya, para el colmo del atrevimiento, con un huevo crudo que se añadía casi al final del guiso con lo que no llegaba a cuajar. El plato, realizado por el cocinero Fernando Córdoba, se ha convertido en todo un clásico y sigue en la carta 30 años después. Esta es la receta.